Lo mejor de la
obra: La
libertad con la que se ríen de la monarquía, el recordar lo buenísimo actor que
puede llegar a ser Willy Toledo, el guión de San Juan y lo directa que es.
El momento de
la obra: Juan
Carlos abrazando por la espalda a Adolfo Suárez, recreando la foto que tan
famosa hicieron los periódicos antes de fallecer el segundo.
La frase de la
obra: - “Qué bien lo pasábamos tu y
yo, Juan Carlos” dicho
por Felipe González.
Sigo sin saber si el grupo teatral
ANIMALARIO que hace tantos años montaron San Juan, Toledo, Roberto Álamo,
Nathalie Poza y Andrés Lima sigue en activo. Nadie ha sido capaz de contestarme
claramente si siguen funcionando como grupo, ni siquiera los que más saben de
todo esto. Algunos dicen que se han tomado un descanso, que están muy ocupados
con otras cosas, otros que el final se ha dado y que trabajan juntos de vez en
cuando pero en proyectos de otros grupos teatrales.
Y quizás sea mejor así, mantener la
duda porque de esta manera puedo albergar la esperanza que algún día volverán a
hacer algo juntos.
La compañía teatral ANIMALARIO ha sido un referente para mí
desde hace años. Vi por primera vez una de sus obras en Madrid cuando apenas tenía
diecinueve años. No entendí nada, solo recuerdo que aquello que hacían era algo
absolutamente innovador, fresco y rupturista. Recuerdo entrar en el teatro y encontrarles
entre las butacas recibiendo al público, era una forma de hacer que yo no había
visto hasta ese momento y aunque desconcertante, algo en mí supo que estaba
viendo una nueva forma de hacer las cosas.
Con los años llegaron otras obras, y
siempre he tenido la sensación de que ver sus trabajos me ayudaba a romper
prejuicios, a crecer, a ampliar mi visión no solo del teatro, sino del mundo.
Ha tenido obras menores (Marat Sade) y absolutas obras maestras (Urtain), pero nunca se han acomodado,
ni han hecho obras de relleno. Todo lo que han hecho ha sido desde el
compromiso.
Ha día de hoy, y con ANIMALARIO en stand by, lo que si queda es el teatro que van haciendo de vez en
cuando unos con otros y los textos que Alberto va montando para Teatro de Barrio.
Me considero una persona afortunada por
poder vivir en Vitoria, cuando necesito ciudad
grande o ver obras que no pasan por aquí no tengo más que viajar cincuenta
minutos a Bilbao y allí quito el mono. Y si Bilbao no me basta, seis horas de
tren me llevan a Paris y de allí vuelvo como nueva.
Lo malo es que de vez en cuando me
entero (incluso aunque yo no quiera)
de experimentos o cosas pequeñas que están montando en Madrid y Barcelona, y
entonces es cuando Vitoria me resulta pequeña y lo único que me queda es
rezarles, llorarles y suplicarles a las programadoras teatrales de esta mi
ciudad para que lo traigan al Teatro Principal, o al de Hegoalde o si me apuras
al de Ibaiondo, da igual donde…pero que lo traigan.
He de reconocer que las programadoras vitorianas
son fantásticas y aunque saben que hay que traer un teatro más comercial, no
dudan en aportar a la programación cosas más raras o pequeñas, incluso cosas de
otros países, de manera que me han permitido disfrutar de obras de Islandia,
Inglaterra o Canadá.
Seremos una ciudad pequeña…pero tenemos
un teatro cojonudo.
Alberto San Juan siempre ha tenido
cabida aquí, ha estrenado prácticamente todos sus trabajos tanto como actor
como director o guionista, sus obras siempre son bienvenidas y apreciadas, y El Rey no iba a ser menos. Buen ejemplo
de ello es que no quedaba ni una entrada para verles desde hacía semanas.
Siempre existe cierto morbo cuando se
habla de monarquía y más como en esta obra en la que se cuestiona el papel que
tuvo en la transición. El Rey
pretende lanzarle al espectador una pregunta clara y directa ¿Qué ocurrió
realmente en los años posteriores a la muerte de Franco? ¿Qué papel jugó Juan
Carlos en todo ese proceso?
San Juan lo tiene muy claro y a través
de la caricatura absoluta del monarca hace un repaso por aquella época de la
mano de sus nombres más destacados como fueron Felipe González, Carrillo y
Adolfo Suárez entre otros, y tira de flash back para contar la biografía de
Juan Carlos y su ascensión al trono. No es indulgente, no pretende ser amable
ni quedarse a medias, la crítica es absoluta y demoledora. Según él la historia
no es como nos la cuentan, sino mucho más oscura y difícil. Y para que como
espectadores podamos pasar el trago riega
con humor la hora y cuarenta que dura la obra, así de paso podemos reírnos un rato.
El papel de monarca que va desde la
juventud hasta la vejez, corre a cargo de Luis Bermejo, que aprovecha su escaso
parecido con el rey para hacer una mofa constante de este y caricaturizarlo
hasta el extremo.
Pero lo interesante está en el trabajo
tanto de San Juan como de Willy Toledo. El primero saltando de Franco a Rita
Barbera y el segundo de Tejero a Felipe González.
En los últimos años Willy Toledo se ha
convertido en mofa de una gran parte de la prensa y por ende de todos sus
lectores, y diana directa de muchos políticos. No voy a entrar a juzgar sus
declaraciones, sus twits o sus acciones , lo que me interesa de él aquí y ahora es su
trabajo como actor, y desde hace mucho tiempo he tenido la oportunidad de verle
trabajar en diferentes obras y siempre me ha parecido fascinante. Hay algo en él
a la hora de actual, un carisma, una energía muy especial, un dominio del medio
que le hace un actor fascinante. Dejando atrás su parte personal, esa
corresponde juzgarla en otro lugar, como actor Toledo es fabuloso.
Alberto en esta obra se queda con
varios personajes interesantes, pero está claro que deja brillar a sus
compañeros, al fin y al cabo el guión es de él, la dirección es de él…y que los
actores con los que trabaja, son sus amigos.
El Rey es un
ejercicio de libertad, de crítica, de búsqueda de verdades que no nos han sido
contadas. El Rey no podría haberse
hecho hace diez años, o si se hubiese hecho habría sido muy vapuleada y
criticada en una sociedad en el que la monarquía era intocable e
incuestionable.
A día de hoy es una obra muy necesaria
para poder seguir avanzando hacia una sociedad con unas instituciones más
honestas y claras, sobretodo una a la que no hemos podido cuestionar hasta hace
nada.
Ya te echaba en falta
ResponderEliminarMe he perdido la obra y lo lamento Qué dices de Bermejo? No sé si es porque me encontré con él 2 veces paseando por Vitoria o porque hace de madre de Carmen en Allí abajo pero me cae bien! Será eso suficiente para ser buen actor y/o formar parte de la compañía Teatro del Barrio que por cierto es fiel a su nombre actuando en teatros "de barrio", o por ser parte "politica" de la saga Alterio ...
Ya te echaba en falta
ResponderEliminarMe he perdido la obra y lo lamento Qué dices de Bermejo? No sé si es porque me encontré con él 2 veces paseando por Vitoria o porque hace de madre de Carmen en Allí abajo pero me cae bien! Será eso suficiente para ser buen actor y/o formar parte de la compañía Teatro del Barrio que por cierto es fiel a su nombre actuando en teatros "de barrio", o por ser parte "politica" de la saga Alterio ...