sábado, 6 de febrero de 2016
El Renacido ( de Alejandro Gonzalez Iñarritu) _____________ Recrearse en lo salvaje.
Lo mejor de la película: La fotografía de Emmanuel Lubezki, Leonardo DiCaprio, la ambientación y como abraza un tono salvaje en todo su metraje.
El momento de la película: La escena en la que el oso ataca a Glass ( DiCaprio).
La frase de la película: - Disfruta de tu venganza, porque eso no va a traer a tu hijo de vuelta. John FitzGerald
No puedo negar que Iñarritu es un director personal, con una visión muy clara de lo que es su cine y de las historias que quiere contar. Tampoco puedo negar su enorme talento a la hora de montar proyectos que casi ningún otro director sería capaz de llevar a cabo, y sin embargo sus películas ( sobretodo las ultimas) me hacen sentir incomoda.
Sus films son tan grandilocuentes, tan interesados en ser grandes, inolvidables, épicos e intensos, que sentada en la butaca del cine no puedo más que moverme molesta.
Alejandro es un director muy consciente de si mismo, al que el adjetivo humildad le resulta algo negativo y un impedimento.
Y todo esto acaba repercutiendo en todas su filmografía y muy especialmente en esta El Renacido.
La historia de un explorador que está trabajando para unos vendedores de pieles en el oeste Norteamericano, atacado por un oso y enterrado por su compañero tras matar a su hijo es el principio de la odisea de un hombre en busca de una venganza que le mantendrá con vida para poder completarla.
Un argumento sencillo para una historia que trata de la supervivencia y de las motivaciones que la forman.
En las siguientes capas de la película, la venganza y el ajuste de cuentas emparentado con un territorio salvaje y hostil.
Si hay algo que es El Renacido, es ante todo salvaje, en sus paisajes y en sus personajes, envuelta en unas imágenes sobrecogedoras a cargo de un director de fotografía en absoluto estado de gracia, Emmanuel Lubezki. Pensándolo bien, puede que sea este el gran genio detrás del dúo Iñarritu-Lubezki, ya que si hay algo que esta francamente logrado en la película, son sus imágenes.
Y es que los guiones de Iñarritu dejarón de ser portentosos cuando se separó de su colaborador habitual en sus inicios, Guillermo Arriaga. Por eso comienzo a pensar que el director mejicano ha estado sobretodo rodeado en su filmografía por dos genios y que él se benefició de alguna manera de esa estela. En sus tres primeras cintas por los guiones escrito a cuatro manos con Guillermo Arriaga, y en las dos últimas por la fotografía de Emmanuel Lubezki. Una teoría reforzada porque el film en el que ninguno de estos dos hombres trabajan con él es probablemente una de las películas más sonrojantes, maniqueas y bochornosas hechas en los últimos años: Biutiful.
El Renacido se apoya en unos muy buenos actores, especialmente en el trabajo de un DiCaprio absolutamente entregado a la causa y que reclama en esta cinta el Oscar que tanto tiempo lleva persiguiendo. Esta vez si, lo ganará. Merecidamente.
Leonardo es el actor actual con la mejor carrera cinematográfica. Trabaja solo en grandes proyectos con los mejores directores: Clint Eastwood, Chritopher Nolan, Quentin Tarantino, Steven Spielberg o Sam Mendes son su garantía para hacer siempre personajes como mínimo interesantes.
Mención aparte su estrecha colaboración con Martin Scorsese que consiguió sacarle del encasillamiento post-Titanic y llevarle al nivel de actor para la historia.
Su Hugh Glass en este El Renacido es el sueño de cualquier interprete que quiera demostrar algo. Un hombre sencillo abocado a unas circunstancias extraordinarias, que librará una batalla épica contra la naturaleza para acometer el acto que da sentido a su renacimiento, vengar el asesinato de su hijo.
Pero para contar esto Iñarritu se toma su tiempo, nada de grandes tensiones in crescendo a pesar de lo que pueda parecer en el tráiler. Los minutos de la cinta pasan poco a poco explicando bien como pudo sobrevivir este hombre a un enterramiento, una huida con un pie roto, a la caída por una cascada de agua helada o ser arrojado por un precipicio huyendo de los Indios nativos.
Nada de cortarse en ver escenas del protagonista comiendo vísceras o carne cruda, incluso durmiendo dentro de un caballo para no morir congelado. Curiosamente, estos detalles en vez de dar credibilidad a la historia, consigue el efecto rebote y no puedo más que moverme en la butaca por la incredulidad de que este hombre pueda sobrevivir a cosas a las que ni Rambo conseguiría sobrevivir, y eso la película está basada en una historia real.
Pero este es el cine de Iñarritu, el que es más grande que el propio cine, el que se toma muy en serio a si mismo, el que deja imágenes portentosas con una historia que no acaba de cuadrar, en el que los actores están fantasticos pero no están al servicio de la historia, sino por encima de ella.
Ese es Alejandro Gonzalez Iñarritu, el que no deja indiferente nunca.
Una de las partes más negativas y que menos me han gustado es lo desaprovechado que está el duelo DiCaprio-Hardy.
Se suponía que tener a dos de los mejores actores jóvenes actuales en un cara-cara debería haber dado una batalla épica, en cambio no puede más que resonar en mi la total falta de química entre ellos y que es probablemente una de las veces en las que peor he visto a Tom Hardy. Su John FitzGerald no es el carismático malvado o un hombre tratando de sobrevivir a toda costa que se esperaba en esta película, es ante todo un personaje desdibujado y sin atractivo al que Hardy solo puede prestar su misteriosa mirada, pero poco más. Escribir esto no le duele a nadie más que a mi, porque este señor es un fenómeno de la naturaleza que en El Renacido parece haber sido engullido por DiCaprio y por las nieves heladoras del lejano oeste americano.
También queda un segundo plano la parte de los Indios nativos, saqueados tanto por franceses como por ingleses, que buscando su propia venganza son los terceros a la carrera hacia un final demasiado obvio.
Sea como sea, El Renacido ha conseguido doce nominaciones a los Oscars y una sala llena de cine anoche en Vitoria, igual que en muchas otras salas del resto del mundo.
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No la he visto y creo que no estoy dispuesta a pasar tanto frío Gracias
ResponderEliminarNo es solo el frío, es sobrevivir también en un medio hostil comiendo lo que sea!
EliminarTodavía estoy gélida. Mucho ruido pero pocas nueces.
ResponderEliminarNo se cómo publicarlo como María José .
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