sábado, 16 de enero de 2016

Cine: La chica danesa ( de Tom Hoper) ______________ El dolor de sentirse diferente.

 
 
Lo mejor de la película: Consigue transmitir el dolor, la angustia, la desesperación y la terrible tristeza de sentir algo que va contra los patrones denominados como "normales" en la sociedad.

El momento de la película: Lili acude a un baile por primera vez, Lili es besada por primera vez.
La frase de la película: - "¿ Crees que lo ha notado?" Lili.

En muchas ocasiones hay películas que a pesar del cascarón que muestran tienen un latido especial. La chica danesa es una película fallida desde el punto de vista de la dirección y en su intento constante de buscar el sentimentalismo en el espectador, pero hay algo en su interior, en su propuesta,que es un latido real: la angustia de sentirse diferente.
La película es una ventana a la vida de un hombre que siempre ha sentido que le faltaba algo, que no vivía de verdad hasta que descubre que se siente mujer y que solo como mujer es plenamente feliz. A pesar de su órgano sexual, sus sentimiento es otro. Su naturaleza va por un lado y su interior va por otro.
Saltándonos las frases grandilocuentes y sensibleras del tipo -Dios me hizo mujer pero la naturaleza se equivoco, la película trasluce la angustia de sentir algo fuerte, claro y nítido en tu interior y que te define como persona, pero que va en contra de los convencionalismos de la sociedad en la que vivimos. Una sociedad que excluye al que se siente diferente en vez de incluirlo, una sociedad que exprime al que no entra en los patrones de "normalidad" hasta asfixiarlo.
Pienso en la fantástica película que hubiese salido de la mirada de un director menos interesado en emocionar y más interesado en analizar la repercusión no solo en la pareja, sino en la familia y en la sociedad de una persona que siente que su cuerpo no corresponde con su genero, pero Tom Hooper es el director y eso ya no lo puede cambiar nadie.
El mismo que realizo ese musical que no puedo soportar llamado Los Miserables o la sobrevalorada El discurso del rey vuelve otra vez a lo que entiende como su cine, que envuelve siempre en mucha emoción.
Lo que finalmente queda es la propuesta y el acercamiento en una sala de cine a la vida del primer transexual de la historia.
Frente a las criticas muy positivas recibidas por la protagonista Alicia Vikander y la reacción más tibia hacia el protagonista Eddie Redmayne por parte de la critica especializada, esta vez voy a ir a contracorriente.
Cierto que Vikander realiza un estupendo trabajo con su Gerda Wegener, la mujer que pasa del juego a la sorpresa, después al miedo, para llegar a la negación que le haga finalmente aceptar la situación, pero con Alicia me pasa como el año anterior con la película La teoría del todo y su protagonista Felicity Jones, no consigo enamorarme de esta mujer. Hay algo en ella que me deja fría, es como si viese las costuras de su interpretación y no conectarse con lo que quiere transmitirme.
No puedo negar lo bueno de su trabajo, pero como con el txakoli, no es lo mío.
En cambio Eddie Redmayne y su Lili si me llegan, veo la angustia, el miedo, el terror, la lucha y la negación por la que transita hasta la luz que se le ilumina en su rostro cuando su verdadero YO sale a la vida. La delicadeza, el respeto y la sensibilidad con la que crea al personaje es el latido del que hablaba al principio del post.
Redmayne pertenece a ese grupo de actores ingleses hipertalentosos, que se transforman en el personaje que interpretan. Esa generación que vienen del teatro londinense y que llevan años siendo muy buenos a los que Hollywood está tratando de adoptar como propios.
Y gracias a esa interpretación es donde la película coge fuerza,  cuando Einar lucha entre lo que su normalidad, su esposa y la sociedad en la vive le piden y lo que siente en su interior. Esa lucha es una de las cosas más dolorosas que un ser humano puede sentir, la necesidad de adaptarse luchando contra lo que uno siente que es lo más importante.
La complejidad de la decisión que Einar toma, y como eso afecta a su matrimonio muestra dos personajes que se necesitan pero que en determinado momento son incapaces de dejarse ir por necesidad pero sobretodo por egoísmo. La pareja ha cambiado, pero a ellos les cuesta más tiempo entenderlo.
El resto, la música, los lugares comunes por los que transita, la sensiblería de ciertos momentos, la relación un tanto infantil al principio entre ellos y ciertas frases un tanto bochornosas, son lo que naufragan en el film.
Queda la pena de haber podido ser una película potentísima en otras manos, queda lo bueno de proponer un tema que ayude un poquito a la normalización.

Pequeños detalles, muchos spoiler:
- Más allá del film, más allá de la parte artística un poco desangelada que muestra el film, los cuadros que Gerda Wegener son MARAVILLOSOS. Frente al reconocimiento que Einar tuvo desde su inicio de su carrera, Gerda vivió muchos años a la sombra, pero era ella quien tenía el verdadero talento. Era ella la PINTORA.
- Una pena que no se muestre más toda la parte de la operación. Frente al tiempo, bien largo, que se toma al principio de película en contar la relación entre la pareja protagonista, el guión pasa de puntillas por toda la parte de la intervención, cuando eso es realmente lo esencial.
- La parte de la pelea en París cuando llaman a Einer maricón, es muy facilona.
- Los fantásticos Ben Wishaw y Mathias Schoenaerts no podrían estar más desaprovechados.

1 comentario:

  1. Es una critica que, a pesar de todo, invita a verla Inspira ternura a primera vista solo por las inagenes que has colgado

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