Terminado el día que he entrado en los 35, repaso a todo las historias que me han marcado.

Quedan muy pocas horas para que se termine mi cumpleaños y entre definitivamente en los 35.

Ya no hay vuelta atrás. He entrado de lleno y sin excusas en la edad adulta. Avisados mis padres de que vestirme de blanco no va a ser algo que ocurra, habiendo vivido cosas muy buenas y malas también, habiéndome equivocado muchas veces y acertado otras, me doy cuenta de que soy una mujer afortunada. En el camino, fundamentalmente me han marcado personas, pero he tenido la suerte de crecer en un entorno que ha estimulado mi amor por la cultura y principalmente por las historias. Hoy quiero tener un recuerdo hacia todas aquellas que me han marcado, enamorado, emocionado.
Porque es mi cumpleaños, porque tengo 35 y porque aunque ya no soy joven, si he dejado mucha tontería por el camino.

MI PELICULA:

Adoro.esta.película.
En 2003 Bernardo Bertolucci se marco el mayor, más hermoso y mejor homenaje al cine, a París y a las revueltas de Mayo del 68 jamas filmadas. Creo que debí ir al cine a verla unas cuatro veces, y a día de hoy sigo revisitándola en DVD de vez en cuando.

Dos hermanos y un americano, un apartamento burgués en pleno París. El descubrimiento del amor, el sexo, el cine, la música, mientras en las calles la gente protesta y se revela. Y una pregunta hacia el final de la película ¿ Qué es la coherencia? ¿ Bastan las palabras o sin actos no hay verdad?

Y mientras la historia se desarrolla, un homenaje al cine como nunca se había hecho, a las historias que han llevado al séptimo arte a ser lo que es.

Tres actores, que doce años después están ya consagrados en lo suyo; Michael Pitt, Eva Green y Louis Garrel: jóvenes, guapos y talentosos. Fueron la definición perfecta de la química entre actores.

Bertolucci me dio una de las mejores experiencias que yo he tenido en el cine jamás, y le estoy eternamente agradecida por ella.

MI ACTRIZ:

¿ Por qué elegir entre dos si no quiero? Es mi lista y hago con ella lo que quiero. Y no me da la gana elegir entre las dos interpretes que más adoro.
JULIETTE BINOCHE y MARION COTILLARD. Francesas. Con Oscar. Rebeldes. Inconformistas. Adultas. De talento inabarcable. Pueden hacer lo que quieran cuando quieran. Grandiosas.
Tan parecidas pero con una sutil diferencia.
Juliette Binoche elige a los mejores personajes femeninos. Mario Cotillard elige las mejores historias con los mejores directores.
Juliette nunca interpretará a una mujer que no sea compleja, complicada, llena de capas.

Marion Cotillard tiene la mejor carrera de una actriz actual. Siempre buscando la perfección y las mejores historias con los mejores directores.

MI ACTOR:
Tampoco aquí voy a elegir. Dos actores, uno francés y otro americano. No les hace falta disfrazarse, no les hace falta grandes aspavientos ( ¿ lo pillas Johnny Depp?).
Niels Arestrup. Le conocí tarde, pero que más da. Lo importante es lo que le conocí. Mi madre dice que siempre hace el mismo personaje, yo en cambio veo todos sus matices, como se convierte en cada personaje, con cada gesto, con cada mirada, con cada palabra.
Es un talento con patas. Un genio.
Verle en teatro fue un gran momento para mí, y la consagración en mi número 1.

Philip Seymour Hoffman. Que grandísima perdida fue su muerte, porque era un absoluto portento de la interpretación, con ese físico de hombre normal, hacia creíble cualquier personaje.
Si voy a ver la ultima entrega de Los Juegos del Hambre, rodeada de fans histéricas de la saga, es porque será una de las últimas veces que podré verle en pantalla grande.

MI SERIE:

Cinco temporadas. No son perfectas, pero me importa una mierda. Habla como nunca se había hecho de la familia, de la muerte y de las relaciones.
Adoro cada uno de sus capítulos, cada una de sus historias y cada uno de sus personajes.
Y su final. Nunca se ha escrito algo mejor. Sus últimos cinco minutos son una lección de vida, una filosofía de que todo pasa. Y todos vamos al mismo lugar.
A dos metros bajo tierra es mi serie, mi mejor historia y mi gran debilidad.

MI OBRA DE TEATRO:
Podría elegir un montón de ellas, pero por el vinculo emocional que cree con ella...

Tres veces vi a Asier contar su infancia, y las tres veces me emocionó hasta las lagrimas. A veces entras en el teatro, y ocurre la magia. El interprete era eso. Magia en estado puro. La voz de Asier, su historia (  yo fui un niño que creció siendo hijo único en Euskadi ¿ de que me suena?)), su presencia, su magnetismo. Y me dio uno de los momentos más especiales de mi vida, cuando canta a Tom Jones el  I never fall in love again.
Me enamoré absolutamente de Asier, de su voz, de su música y de su INTERPRETE.

 

MI TEATRO:
El OLD VIC de Londres.

Poder ver una obra de teatro el año pasado en este teatro fue uno de los grandes placeres de mi vida. Es un sitio muy especial, no solo por la historia que tiene a sus espaldas, sino por su belleza, pasión y amor por el teatro.
Maravilloso lugar, que me hizo disfrutar de una noche de verdadero teatro londinense, seamos sinceros, el mejor del mundo.
En cuestiones teatrales esta Londres y luego todo el resto.

UNA ARTISTA:
La escultora Camille Claudel. Me obsesiona hasta los limites de lo sano el trabajo de la artista francesa.
Su historia de amor con Rodin, su desengaño amoroso, su infinito talento incluso por encima de su maestro, como acabó quemando la mayoría de su obra y solo nos han llegado pequeños retazos que muestran lo maravillosas que eras sus esculturas... todo junto, la convierte en mi artista favorita.

En el museo Rodin de París tienen dedicada una sala a su trabajo. Intento ir una vez al año como mínimo a revisitarla, a reencontrarme con ella.
Me obsesiona pensar todas las esculturas que nos hubiesen llegado si no la hubiesen internado en un manicomio durante los últimos veinticinco últimos años de su vida por creerla loca en vez de emocional.
Camille Claudel representa a todas las mujeres con talento a las que ningunearon. Sus esculturas, las pocas que sobrevivieron, su mejor y más grande legado.

MI PERSONAJE:
Cada cual tiene sus obsesiones, y la mía fue entrar en un cine de Vitoria a ver Millenium de David Fincher, sin haber leído la saga sueca y sin el mínimo interés por ella. Y conocí a Lisbeth Salander y lo que hizo de ella Roony Mara.
Adoro a las dos, al personaje y a la actriz.

 Sus contrastes entre sensibilidad y falta de empatía, su timidez con su decisión, su sufrimiento y su lucha por defender a otras mujeres. Todo lo que representa junto con su inteligencia me atraparon.
Si hubiese tenido más expectativas igual no me hubiese gustado tanto. Pero me atrapo desde el minuto uno, hasta el día de hoy.
Pero como mi amiga Ruth me conoce muy bien, me dijo un tiempo antes de conocer a Salander que el personaje me fascinaría. No se equivocaba.

MI CANCIÓN:
Me iba a marcar un postureo diciendo que mi canción es My Way de Frank Sinatra o Rien de rien de Edith Piaf, pero aunque adoro estás canciones voy a ser absolutamente sincera....
Para mi, nada como Maná y su Bendita tu luz.
No soy una persona romántica pero adoro está canción; todas y cada una de sus notas.

 

MI HISTORIA DE AMOR:
No soy una persona romántica, me importan poco los regalos, las flores o los bombones. Me conformo con una cena y sobretodo con mucha conversación. Ese tipo de sensación que tienes cuando hablas con alguien y ves que conectas, que hay magia, química.
Así que nada de Pretty Woman, Ghost o Nothing Hill. No son lo mío.
Siendo una adolescente fui al cine y conocí a Jesse y Celine. Y quise montarme en todos los trenes del mundo para vivir algo parecido.
Nueve años después llego la segunda parte, y me di cuenta que igual que los personajes, yo también había madurado, y puede que perdido parte de la magia por el camino.
Y en 2013 llego la última parte ( hasta ahora). No he llegado a ese momento como los protagonistas, igual es que aprendí de ellos y de su viaje, no se.
Pero la historia de Richard Linklater con Ethan Hawke y Julie Delphy... sigue siendo mi historia de amor favorita.

 Todo esto para contar lo caótica que soy. En gustos, pensamientos y sentimientos. Una mujer normal, ahora si, de 35 años. Y que suerte todas las historias, lugares y emociones que están por venir.