La perla, el bronce y la bisutería del chino del 26 de Octubre al 1 de Noviembre.

Después de haber cocinado un par de tortillas de patata para mañana, por insistencia de mis compañeros de trabajo (y por uno que yo me se) con ayuda de superchef Ana,  y de que la cocina haya sobrevivido y la comida parezca  comestible...

y antes de ponerme a ver una serie...

toca repaso a la semana, marcada principalmente por el teatro.

LA PERLA DE LA SEMANA:

Elegiría la obra Cabaret Chihuahua como lo mejor de la semana pero ya hice una entrada extensa anteriormente sobre ella, así que sería repetirme.

Estos días me he topado con el tráiler del especial de navidad de esa maravillosa serie llamada Sherlock. Interpretada por los grandiosos Benedict Cumberbatch y Martin Freeman.

Ciertamente el último capitulo de la tercera temporada no estaba a la altura de la serie, pero la calidad de toda la historia, de las interpretaciones, la revisión del mito de Conan Doyle, todo junto, me hace amar enormemente esta serie.
No habrá nueva temporada hasta dentro de muchos meses, pero si nos dejan un aperitivo en forma de especial de Navidad, que lleva a los protagonistas a la época Victoriana.

Ganazas de verlo... y ¿ podemos hablar ya de la maravillosa voz de Cumberbatch? Este señor podría estar leyendo un prospecto médico y me daría exactamente igual, es simplemente extraordinaria.

EL BRONCE DE LA SEMANA:

La extraordinaria serie Orphan Black esta ya en España a través de Netflix.

una fantástica noticia; Más que fantástica.

El problema de verla en castellano es perder en la traducción gran parte del trabajo de ese portento llamado Tatiana Maslany. Por eso coloco en el bronce la noticia, porque es maravilloso que por fin llegue a España, pero mejor en V.O. para no perderse nada.

Orphan Black...Imprescindible.

EL CHINO DE LA SEMANA:

Hacía mucho tiempo que una obra de teatro no me parecía un horror como la Dinamo de Claudio Tolcachir.

La culpa es totalmente mía, por seguir intentando entender y apreciar el teatro del director argentino, pero hasta aquí hemos llegado. Tres obras son más que suficientes para entender que las propuestas de Claudio no son lo mío.
Su supuesta poesía escénica, su escaso dialogo, sus personajes sin capas y un sinfín de problemas más a la hora de llevar a escena un texto, son razones más que suficientes para entender que Tolcachir no es mi tipo de director.

Representa todo lo que detesto del teatro, lo superficial como si fuese profundidad, los gritos como si fuesen ritmo, vender como poesía un texto nefasto y como transgresión una obra sin andamios, ni tejado, ni tabiques.
Si alguien ve la próxima obra de Claudio Tolcachir que me la cuente, porque yo no la veré.

Vamos a por otra semana, vamos a por los 35 años.