lunes, 16 de noviembre de 2015

Cine: El clan ( de Pablo Trapero) ___________ Radiografía de un padre, retrato de un asesino.


Lo mejor de la película: El impresionante, frío, calculado y acertadísimo retrato que hace Guillermo Francella del cabeza de familia, es un pasen y vean lo que es tener talento y una lección de interpretación en toda regla. La dirección de Trapero con pulso firme. El retrato nada condescendiente de la familia, de un padre manipulador. La ambientación de la Argentina de los años 80. Todos los actores están mejor que bien.

El momento de la película: Padre e hijo en la cárcel, demostrando que Arquímedes Puccio es la definición perfecta de manipulación, maldad e indecencia.

La frase de la película: - " No te preocupes, papa lo va a arreglar" Silvia Puccio.

Por fin llega a nuestros cines la película Argentina El clan, después de llevarse el premio al mejor director en el festival de Venecia y una muy buena acogida en el de San Sebastián. Y efectivamente no defrauda. El film de Pablo Trapero es todo lo que una buena película necesita ser.
Solida es la palabra que me viene a la cabeza cuando pienso en ella, en lo que cuenta y como lo cuenta. Porque Trapero tiene claro que si, que está contando la historia de un asesino, pero lo que le interesa está detrás, en la familia del asesino. Cómplices silenciosos de este monstruo, el film parece lanzar constantemente una pregunta al espectador: ¿ Puede la familiar huir de este ave carroñera que se alimenta del miedo y el dolor de otros seres humanos? ¿ Es la actitud del hijo Guillermo la mejor, que decide huir lejos de ese clan o debería haber denunciado lo que estaba pasando en su casa?¿ Podía alguno dar un paso al frente y denunciar al padre?
Y es que todo en esta historia pasa por la familia, y en ella se escuda Arquímedes para justificar toda la barbarie que comete.
Basada en una historia real, los Puccio fueron una familia de asesinos en la Argentina de principios de los ochenta que secuestraban y mataban a sus victimas liderados por el cabeza de familia.
Los hijos participaban en los hechos sin negarse a los deseos del padre.
Un cabeza de familia que venía de haber sido dirigente en la dictadura del país del tango, y que una vez que llego la democracia, siguió haciendo su trabajo.
Un trabajo que estuvo, sino amparado por el nuevo gobierno, por lo menos consentido. No se entiende sino, que ninguna investigación llevase a la policía hacia los Puccio en los siete años que estuvieron secuestrando y asesinando con total impunidad.
La ventaja que tenemos nosotros como espectadores, es que al no ser una historia muy conocida por estos lares, no sabemos que final les espera a ninguno de ellos, así que seguimos la historia con el horror de los hechos que están cometiendo y la pregunta constante de si pagaron por ello.

La película se centra fundamentalmente en esta pareja, padres de cinco hijos, y en como extorsionaron a familias pudientes de aquel Buenos Aires post dictadura.
Y se apoya en la sobrecogedora interpretación de ese señor llamado Guillermo Francella, al que conocí en aquella maravilla llamada El secreto de sus ojos, en el que interpretaba al fiel colega de Ricardo Darín.
Aquí Francella pone cuerpo, voz, rostro y sobretodo la mirada a un asesino en serie que nunca, jamás llego a arrepentirse de sus actos.

En un guión como este, en el que nos cuela en la casa familiar, podría haber sido fácil una cierta identificación del espectador con los asesinos. No es el caso, Guillermo no lo permite.
Su interpretación no deja lugar a dudas de la clase de alimaña que fue este personaje, la dominación , el chantaje y el miedo a la que sometió a su familia.
Todo de manera sutil, porque vemos como ayudaba a sus hijos con los deberes, como se preocupaba por ellos, por su mujer.
No hay chillidos, bofetadas, gritos. Solo palabras que son como balas, que de lo hirientes que son no permiten moverse al que las recibe.
Reflejo absoluto de ese momento es la escena de la cárcel, cuando el padre pide al hijo que le pegue. Puede que todo sea efectivamente una provocación para que el más joven pegue a su progenitor y así puedan alegar brutalidad policial, pero las palabras que Arquímedes usa contra Guillermo es un claro reflejo de lo que el padre piensa del hijo.... sin él no es nada.
Solo dos peros, muy pequeños.
No había ninguna necesidad de empezar la película con la detención para luego volver para contar la historia desde el principio. Creo que esto lastra la narración. Hubiese sido más interesante ir de manera lineal, para descubrir poco a poco la historia. Los saltos temporales eran innecesarios.
Segundo, la música, las canciones de los años setenta y ochenta tampoco acompañan. Cierto que entre tanto horror, una música pop y con ritmo, aligera, pero en este caso no es la más acertada.

Una película solida, de mucho peso, interesante y con una de las interpretaciones del año. Bienvenido sea el cine argentino, che!

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