Allá por el mes de mayo hice una lista con mis personajes
femeninos favoritos de las series de televisión actual. Seis meses después he
decidido hacer lo mismo pero con las del cine.
Primer problema: Son tantas y tan variadas que es imposible
abarcarlas a todas, así que decido acotarlo a las películas estrenadas en los
últimos cinco años.
Mis personajes femeninos cinematográficos favoritos del 2010
al 2015.
Segundo problema: Seguro que alguna se me queda en el
camino, se me olvidará alguna fundamental…
pero al final, como es una lista
subjetiva están las que más me han marcado, las que elijo con el corazón.
Viendo las diez mujeres que he elegido me doy cuenta que tienen ciertos rasgos en común;
Uno: que todas son de drama, lo que de alguna manera refuerza la teoría de que soy una persona muy intensa
Segundo: que todas son protagonistas o coprotagonistas de su
película. Ninguna es un apéndice del hombre, todas tienen su arco argumental
ligado a sus decisiones, emociones o sentimientos, no son un vehículo para el
lucimiento del todopoderoso protagonista.
Estas son el tipo de mujeres que me gusta ver en el cine,
las que reflejan la complejidad de la realidad, no las que elevan a los altares
a la mujer solo por serlo ( las que nos colocan solo como madres, santas o
vírgenes) o las que nos desprecian a un segundo plano.
Estas son las mujeres que elijo como las mejores del cine.
Aquí van del diez al seis.El festival de Cannes del 2013 sufrió un absoluto maremoto el día que esta película se presentó a competición y no hubo un solo crítico de cine que no abrazase la nueva película de Kechiche como una obra maestra.
Y claro, se me generaron tantísimas expectativas que el primer visionado que tuve de esta historia de amor me dejo absolutamente fría.
Pero la historia fue creciendo en mí con el paso del tiempo, entendí lo
que los críticos habían visto en ella y la grandísima belleza que encerraban
todos y cada uno de sus planos. Lo sensorial de toda la historia que Kechiche
cuenta y sobre todo el enorme y maravilloso trabajo de estas dos jóvenes
actrices francesas que pusieron absolutamente todo para que la historia sea la
película de culto que es actualmente.
Tanto Lea como Adéle se desnudaron física, emocional y anímicamente
para interpretar la que es una de las historias de amor más hermosas jamás
filmada y uno de los alegatos más bellos sobre el amor homosexual. Nada en la
película se ve forzado, nada resulta artificial, cuando estas dos mujeres están
juntas desprenden química, deseo, pasión, ternura y enamoramiento como para
poder iluminar toda una central nuclear.
Después del estreno llegaron los reproches entre actrices y director,
una acogida más bien tibia en Francia y la casi calificación de película X en
EEUU. Parecía que tras la impresionante acogida en el festival de Cannes el
ambiente se enrarecía para el director tunecino.
Nada de eso importa un par de años después, el trabajo de Adéle y Lea,
especialmente en la tremenda escena de
la ruptura es probablemente una de las
cosas más grandes, emocionantes y bellas que se hayan visto en cine jamás.
Número 9: Natalie Portman en Cisne Negro (de
Darren Aronofsky).
2011.
Lo contrarío que con La vie d´adele, con Cisne Negro
mi flechadoz fue inmediato. El trabajo de Natalie Portman me pareció tan
complejo, tan difícil, tan extraordinario que salí del cine como transportada. Y
también al contrario de Adéle y Lea, Natalie si lo ganó todo aquel año. Cualquier
premio de interpretación del 2011 está en la estantería de su casa.
No le hizo falta disfrazarse, ponerse
prótesis o llevar un culo falso para dotar a Nina de una profundidad
aplastante. Las obsesiones, el infierno, la exigencia y en definitiva el
sufrimiento por el que pasa esta bailarina es probablemente una de las
interpretaciones más impactantes y difíciles vistas en el cine moderno.
Si tuviese que quedarme con un momento sería en la parte final, cuando el cisne blanco da paso al cisne negro y en medio de la coreografía la cámara se acerca al rostro maquillado de Natalie, y en su mirada, en su movimiento podemos ver perfectamente la transformación no solo del baile, sino también el de esta mujer que al alcanzar lo que ella considera perfección ya no necesita seguir más. Esa escena es a lo que cualquier actriz aspira en su vida, Natalie Portman lo cogió, lo hizo y lo bordo, y de paso entro en el olimpo de las diosas.
Si tuviese que quedarme con un momento sería en la parte final, cuando el cisne blanco da paso al cisne negro y en medio de la coreografía la cámara se acerca al rostro maquillado de Natalie, y en su mirada, en su movimiento podemos ver perfectamente la transformación no solo del baile, sino también el de esta mujer que al alcanzar lo que ella considera perfección ya no necesita seguir más. Esa escena es a lo que cualquier actriz aspira en su vida, Natalie Portman lo cogió, lo hizo y lo bordo, y de paso entro en el olimpo de las diosas.
A veces, en el cine me suelo quedar con las interpretaciones más llamativas, las que siento que tienen mucha complejidad, las mujeres que tienen un arco emocional difícil o lleno de baches.
Y el año pasado llego esa maravilla hablada en Euskera llamada Loreak, y en ella una Itziar Aizpuru que me dio una lección con todas las letras.
La matriarca vasca de la película de Goenaga
es un personaje tejido desde la sutilidad, desde las raíces de la historia de
la generación de mis abuelas en las que la familia era la columna vertebral y
las madres el cráneo.
El amor a su hijo, el desgarro que supone
para ella su pérdida y la parte final marcada por la terrible enfermedad del
alzheimer es el viaje de esta señora, que Itziar dota de una humanidad, fuerza
y sensibilidad apabullantes.Su trabajo es como un bordado tan elaborado que no se notan los remates. Ella hace su trabajo para que el espectador no note la dificultad, se pone a disposición de la historia general sabiendo que ella es un engranaje más.
La belleza de esta señora de setenta y
un años y de su hermoso trabajo en esta
película, demuestra que la edad es un simple número, el talento es atemporal.
Número 7: Barbara Lenni en Magical
Girl (de Carlos Vermut). 2014.
Lo contrarío al trabajo de Itziar Aizpuru es
el de la joven Lenni en la película Magical Girl.
Personaje lleno de lagunas que el propio
espectador debe rellenar, Bárbara pone a disposición de Vermut todo su talento,
que es mucho, para dar vida a esta mujer que intuimos manipuladora, torturada y
ambigua para crear uno de las mujeres más desconcertantes vistas en el cine
actual.
Todo en ella es poliédrico, difícil y
extremo, a lo que Bárbara presta su mirada oscura y misteriosa.
El futuro del cine es de esta Lenni, y el
del teatro. Ella es una de las razones por la que el futuro del cine y teatro
español sean esperanzadores.Y quiero saber más de la habitación de lagarto, o no, o si… yo que sé.
Número 6: Emmanuel Riva en Amour (de Michael Haneke). 2012.
Hay dos directores europeos que me fascinan y
con los que conecto muy fácilmente. Uno es Jacques Audiard, el otro es Michael
Haneke. El segundo, director alemán que trabaja casi siempre en francés y con
actores francófonos, rescato hace tres años a una Emmanuel Riva de ochenta y
seis años, para convertirla en la protagonista de su película titulada Amor.
Otra vez el alzheimer y Emmanuel que
despliega frente a la pantalla el arsenal que da la veteranía para mostrar al
monstruo de la enfermedad. Su interpretación es tan desgarradora, tan dura, tan
real, tan profunda que cuando termino la película yo no era capaz de llorar. Aquello
no era emocionante, era terrorífico, difícil, tan real que asustaba. Riva
había, literalmente, absorbido al personaje.
Que una mujer decida hacer, a la edad de
Emmanuel, un trabajo como ese solo demuestra la valentía de la mujer, porque
hay que tener un par de ovarios para enfrentarte cara a cara con la enfermedad
cuando tienes ochenta y ocho.
Riva fue incluso nominada al oscar, que finalmente
gano Jennifer Lawrence (no entremos en este tema que me mosqueo!) y subió a por el
Cesar a la mejor actriz en los premios franceses. Todo con una elegancia y
dignidad que demuestra que lo de la edad no es impedimento para hacer uno de
los personajes más importantes del cine, solo hace falta un guión perfecto, un
personaje importante y una actriz maravillosa dispuesta a demostrar que cuando
se tiene, se tiene.
Y las jóvenes que cojan un cuaderno y un bolígrafo y tomen
nota. Así es como se hace, dejen paso a la maestra.
Cinco mujeres, cinco personajes femeninos, todos diferentes pero todos inspiradores. Nada de esto sería posible sin el guión que los crea ni el director que las dirige. Porque en los cinco casos están dirigidas por hombres.
Nuestra lucha debería ser esa, la de los
guiones y la dirección. Necesitamos más mujeres tras las cámaras, más mujeres
contando historias y escribiendo guiones. Necesitamos más oportunidades para
ellas.
Una vez demostrado que las mujeres a
cualquier edad pueden interpretar a cualquier personaje, necesitamos conquistar
también la parte de detrás de la cámara.
P.D.Mañana del cinco al dos. El uno irá en un
solo post, es demasiado importante y grande como para
Vaya trabajo. Bravo. Deseando saber quién va a estar (o ser) la primera ??? Aunque creo tener una ligera idea No será? .......
ResponderEliminarVaya trabajo. Bravo. Deseando saber quién va a estar (o ser) la primera ??? Aunque creo tener una ligera idea No será? .......
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