miércoles, 20 de mayo de 2015

Los premios Max de teatro____ O cuando Blanca Portillo demuestra que es la más grande.

Hace dos noches, me tuvieron que avisar ( gracias Ana) de que en la 2 estaban echando los premios Max, que son los premios de teatro a los mejores del año.
No es que estuviese despistada, ni que estuviese liada haciendo otras cosas y se me pasase ver los premios... es que básicamente me importan entre poco y nada a quien se premie en los Max.

No creo que representen para nada lo que ocurre en la escena teatral, y creo que tienen mucho más que ver con amiguismos y colegueo que con premiar a los más relevantes.
Es más, ni siquiera creo que intenten que sea un tema económico, el de premiar a trabajos que luego pudiesen verse afectados positivamente en taquilla. No. Porque si hubiese sido esa la motivación no hubiesen hecho una gala en la que la vergüenza ajena hubiese sido la protagonista.
Sinceramente, no creo que intentando parecer más ridícula, la gala hubiese conseguido ser peor. Ese intento de mezclar géneros tipo revista, humor absurdo, reivindicación y esperpentos sea muy diferente a cuando mezclas en un vaso todo lo que ha sobrado de las copas de una cena. Hace falta mucho estomago para bebérselo.

Lo mismo fue ver la gala. A parte de que cambie de canal cada dos por tres, quise ver por lo menos quienes eran los ganadores en los apartados más importantes.
Y ver tanto esperpento tuvo su recompensa. A parte de el premio a mejor actor a Luis Homar, un actor siempre interesante y el honorifico a toda una carrera que dieron a Rosa María Sarda, quiero recalcar el premio a la mejor actriz.
El premio a Blanca Portillo es muy justo, ya hice una crítica en otro post, de lo que me pareció su obra. Y aunque su Testamento de María es una obra fallida, ella esta maravillosa en ella. Siempre lo está.
Blanca es una actriz fascinante, y una de las mujeres que hacen grande el teatro.
Pero lo que hoy vengo a destacar es su discurso. Lo que dijo cuando aceptó el premio....

Así es como se hace. Así es como se agradece un reconocimiento. Así es como se demuestra lo que una vale.
No solo hace ameno el agradecimiento a la gente que ha hecho posible su obra, sino que da un espacio, a través de las mujeres de su vida, para hacer un alegato hacia la mujer, hacia las que de manera silenciosa han luchado cada día y de alguna manera, han marcado la historia. Al igual que su María.
Y por último, lo más grande. Su agradecimiento al público. Al PUBLICO!. Eso que, en una gala como la de la otra noche, nadie se acordó de nombrar. Esa gente que vamos al teatro a buscar historias que nos emocionen y nos hagan crecer. Esa gente que pagamos la entrada y que muchas veces la gente del teatro parece olvidar. Porque sin ellos no hay obras, pero sin nosotros no hay teatro. Y eso parecen olvidarlo muy a menudo.
Por eso es tan grande lo que hace Blanca, porque reconoce ese punto. Y además hace un menosprecio a quien se empeña en tener el IVA cultural en el 21%. No les llora, no les reclama.
Solo dice... que les den!. Y ahí una vez más, estoy con Blanca. Que les den! Seguiremos yendo al teatro. Por desgracia menos veces. Pero seguiremos yendo. Sobretodo a ver a mujeres como Blanca.

1 comentario:

  1. Tienes toda la razón lo más importante, interesante, fiel y agradecido EL PÚBLICO que a veces hasta el ARTISTA más grande parece olvidarse de NOSOTROS

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