Cuando
quedan menos de veinticuatro horas
para que el telón del
Teatro Principal de Vitoria
se abra para acoger a Asier Etxeandia, más que
explicar de qué trata EL
INTERPRETE XXL me gustaría hablar de
lo que busca y lo que celebra.
Así
que sigo con….
LA SEMANA DE
ASIER
El Interprete es una historia biográfica contada con canciones. Es la historia de un actor que decide confiar en el público que
va a verle para abrir los
recuerdos de su infancia con todas las
luces y sobras.
Lo que resulta asombroso es ¿Cómo una obra tan personal, contada desde
una perspectiva tan subjetiva consigue llegar a tantas personas?
Porque
es honesta, porque lo que cuenta son las vivencias reales
de un chico que sentía que no
encajaba, que era diferente. Y creo que
eso es algo que todos comprendemos, porque
la mayoría de nosotros en algún
momento, en alguna etapa o durante toda nuestra vida, hemos sentido que no
encajábamos, que éramos unos bichos raros, que el mundo era un lugar extraño.
Tres
veces a día de hoy (con este fin de
semana ya serán cinco) he tenido la oportunidad de disfrutar de este espectáculo,
y las tres veces he reído,
llorado y bailado con todas mis ganas. Las
tres veces he sentido que la
Mélody que entraba en el teatro y
la que salía
eran diferentes, porque en
los tres casos
consiguió mover dentro de mi
cosas diferentes.
La
primera vez fue en el Teatro Arriaga de Bilbao, a principios del
año 2014. En aquella época no es
que me entusiasmase demasiado la idea de ver un musical, además un par de semanas antes acababa de
leer a un crítico al que veneraba
(nótese el tiempo pasado del verbo
) decir que este tipo de
espectáculos eran de un
egocentrismo sonrojante.
Pero
que Asier actuase en el teatro bilbaíno
era lo suficientemente importante para superar mis dudas y decidiese coger la
autopista para acudir a la capital Vizcaína.
Video de Diandra Barón Alloza
Una
vez sentada en los
palcos no sentía más que una ligera expectativa ante lo que estaba
por pasar, las luces se apagaron,
salió una figura entre la oscuridad y se encendió una cerilla frente a un
micrófono. Y Asier dijo esa frase “yo fui un niño raro, que creció siendo hijo
único en Euskadi” y mis
sentidos despertaron. Me dije que aquello
me sonaba de algo....
Y
empezó a
cantar, al principio no reconocía
las canciones y el espectáculo me
estaba dejando descolocada, no era lo que yo esperaba, además
como dos semanas antes había leído a ese crítico infalible y super-inteligente me decía a mí misma que esa obra no podía gustarme.
Pasaban
los minutos y me fui relajando, me fui
dejando embaucar y poco a poco me levanté del asiento para bailar y cantar.
Y
entonces Asier pidió silencio, sacó una txalaparta al escenario y empezó a
cantar el Ikusi mendizaleak de Oskorri y el teatro se vino abajo. Creo que fue la primera vez en
mi vida, en el que todo el público (y
mucho más el del Arriaga) tuvo esa
sensación de comunión con una obra, algo mágico había ocurrido entre el patio
de butacas y el escenario….había surgido la magia.
Video de Idoia MP.
Una vez terminada la obra, de vuelta a casa en el coche, no
podía dejar de hablar de El Interprete,
tanto del que lleva el nombre de la obra como del que la interpreta.
Puede que en aquel
momento no fuera consciente, pero yo que toda la vida he negado que existiera y
que esas cosas no ocurrían, mucho menos a mí, acababa de tener un
flechazo. Así sin avisar y de lleno.
Empecé a hablar de Asier y de El Intérprete muy a
menudo y
a escuchar las canciones de la obra todos los días.
Unos meses después Etxeandia recalaba en el Teatro Principal de Vitoria y de nuevo movilicé mis recursos
para poder ir a verle.
Otra vez sentada en el primer piso de palcos, esta vez mucho más nerviosa y emocionada, me
reencontraba con un Asier al que
ya quería y una obra conocida.
Hay algo muy interesante de volver un espectáculo que ya has visto y que te ha
gustado, es el poder apreciar cosas y detalles que la primera vez pasaste por alto.
Ya sea en
teatro, en cine o con la series, cualquier historia adquiere mayor dimensión y
se vuelve más
interesante cuando la puedes ver dos veces.
Esta segunda vez lloré mucho más, con más ganas. El momento en el que Asier le canta a su
madre o
cuando interpreta a Tom Jones,
fue como pelar una cebolla, imposible aguantar las lágrimas.
Los espectadores teatrales de Vitoria son un poco
especiales, muy fieles en lo que se refiere a la asistencia, pero un
tanto fríos en cuanto a expresar sus emociones (debe ser algo identitário, si te
gusta bien y sino también) y yo no podía
más que ponerme nerviosa porque
estaba sintiendo que
como público nos estaba costando entrar, que
la gente estaba fría y no se
estaba emocionando.
Pero Asier, con su música
y su talento consiguió levanta
no solo el ánimo, sino también
a los espectadores de sus
butacas. De nuevo fue un final bailado,
con el intérprete por encima de las butacas y con la alegría como
despedida.
Fue raro que al salir lloviese, pero
creo que en el fondo era una buena metáfora de lo que
estaba sintiendo., una gran tristeza
porque hubiese terminado.
Aquel día pensé que era la última vez que podría volver a disfrutarlo. El teatro tiene esa
parte maravillosa de ser algo único e instantáneo y te niega el apego hacia las
obras, porque están hechas para perdurar solo en la memoria y en las emociones.
Video de Diandra Barón Alloza.
De nuevo los meses
fueron pasando, y cuando llegan las navidades
del 2014-2015 me entero que en el teatro
de Baracaldo todavía quedan entradas para verle.
De nuevo cojo la autopista para acercarme a
Bilbao, esta vez acompañada de unos nervios especiales, los que te
producen las ganas de que la obra guste,
se entienda y se disfrute por personas importantes para mí.
Fue como presentar un novio a las amigas, todo risitas y miradas de
reojo a sus caras para ver si el show estaba gustando….una vez que me gire y
vi lágrimas en los ojos de una de ellas, supe que el examen había sido de diez.
Estaba vez, cuando más de dos horas y media después la obra
terminó, no hubo ni el flechazo de la primera vez ni la tristeza de la segunda.
Era un profundo agradecimiento.
Agradecimiento por haber podido ver y sentir algo especial,
era por el mensaje que deja El
Interprete de defender y aceptar lo que uno es por muy raro que parezca y
por haber podido recuperar una esperanza en sentimientos que pensé que nunca se
volverían a dar.
Video de mi Betxu.
Tengo ciertos
momentos grabados en mi corazón como recuerdos por los cuales mi vida ha
merecido la pena, momentos que sentí que no quería estar en ningún otro lugar
ni con nadie que no fuese las personas con las que estaba más,
momentos que pensé que todo era perfecto.
Las tres veces
que vi EL
INTERPRETE forman parte de esos momentos, y por eso siempre le estaré
agradecida a Asier y a su espectáculo….
Y porque ahora
cuando le oigo cantar la canción de Tom Jones ya no se me rompe algo dentro,
ahora lo veo desde otro lugar.
El teatro,
cuando me llega dentro, tiene ese poder para mí.
Por eso
agradezco a Asier, a Factoría Madre Constriktor por producirla, a las personas
que vieron conmigo a verla las tres veces y me acompañaron a la salida cuando tenía las
emociones a flor de piel, agradezco a las personas que me van a acompañar este
fin de semana, agradezco que me enseñase a guiarme por mi criterio y mis
emociones en vez de por los de un crítico y agradezco haber podido ser una amiga
invisible para EL INTERPRETE.
EN ESTE TEATRO ESTA PERMITIDO BAILAR.....
EN ESTE TEATRO ESTA PERMITIDO BAILAR.....
Video de Joaquin Herráez.
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