martes, 8 de marzo de 2016

Cine: Cien años de perdón (de Daniel Calparsoro)_______ Quien roba a un ladrón.


 
Lo mejor de la película: Rodrigo de La Serna, sin él la película sería la mitad. El tema que trata, con la política de trasfondo. La química Tosar-De La Serna. La gran capacidad de Calparsoro para rodar escenas de acción. Su atmósfera inquietante y una música acorde con el ritmo.

El momento de la película: De la Serna y Tosar sentados en el suelo del banco con todas las cajas de seguridad abiertas, compartiendo una botella de cava caliente. Su conversación marca el arranque hacia el final.

La frase de la película: Después de lo que viví con el corralito, viene a pasarme esto a mí.
Hay dos elementos fundamentales en Cien años de perdón, la lluvia incesante y las puertas de hierro del banco que se abren y se cierran a lo largo de toda la película. Dos metáforas que apuntan directamente a la actualidad política que vivimos día a día.
La lluvia es lo que impide a los ladrones llevar a cabo su plan, pero también es la lluvia que acompaña a todos los personajes durante todo el metraje. Incesante y pesada como la actualidad, la lluvia como metáfora de la que está cayendo.
Y es que en una película en la que todos mienten, en la que hay recovecos en todos los lugares y en todos los personajes, la lluvia no limpia ni da esplendor, es plomiza, pesada y molesta. Igual que la política actual.
Las puertas del banco son enormes, infranqueables cuando están cerradas y separan a los ladrones de la policía, pero también a los poderosos de los rehenes.
Estas se abren y se cierran al antojo de unos y otros, pero siempre están ahí como separación, como punto de contrapuesto para los poderosos y los cacos.
La película de Calparsoro esta llena de trampas en el guión, información que no se le facilita al espectador para generar más tensión, cosa que no es una novedad en su cine.
Como director le gusta jugar con el público, buscar sus límites, que se involucre en la historia y con sus protagonistas, que quiera más.
Lo que si es novedoso y es un recurso que usa por primera vez es EL HUMOR.
Me he descubierto en varias ocasiones riendo a carcajada limpia a lo largo de la película, cosa que no me esperaba.
Sabía que iba a encontrar acción, ritmo y tensión pero nunca pensé que Cien años de perdón tiraría de humor y momentos íntimos para que la película fuese algo más que una película de atracos.
Calparsoro tiene muy claro de parte de quien está en este atraco, no solo en el de la película, sino también en la vida. Está claro que los ladrones que buscan una salida y que sobreviven al límite son los héroes de esta historia. Los políticos y sus asesores son grises, aburridos y los verdaderos patanes del film.
Para que todo quede bien reflejado elige a unos actores de primera fila y les dirige con mano firme para que todos estén ajustados a la historia.
De paso le abre la puerta del público español a Rodrigo de La Serna, un talento con patas que debería empezar a tener la repercusión de Ricardo Darín por el carisma y su capacidad camaleónica de convertirse en el personaje que quiera.
De La Serna trabajó y brillo en aquella preciosidad llamada Diarios de motocicleta y pudimos verle en un pequeño papel en Nueces para el amor.
Hiperfamoso en Argentina puede que esta película sea el salto definitivo al cine español, ya que si hay un actor que brilla en esta historia es él.
Su Uruguayo es un hombre teatral, líder, un buscavidas que ha pasado seis años en la cárcel y que quiere una vida normal.
Le encanta que le admiren, le gusta jugar y la manipulación. Quiere salir de ese banco para empezar de nuevo, pero a medida que las cosas van saliendo mal su cara y su calma se van descomponiendo y su humor se vuelve más agresivo.
Es ahí donde el Gallego (Luis Tosar) tendrá que coger el timón de ese atraco que esta naufragando y dar un poco de cordura a tantas meteduras de pata seguidas.

La relación entre los dos de admiración y desconfianza marca la parte que mejor funciona en la película. Y al igual que el director, como espectadora no puedo más que tomar partido por ellos y desear que puedan salir de ese banco, por lo menos con lo que entraron.
Tras un principio en el que todo es confuso y acción, la película empieza a volar en el momento en el que los ladrones están entre la espada y la pared.
Tanto el plan A como el B han fallado y lo único que les queda es echar un órdago al personaje de José Coronado sin cartas bajo la manga. Un todo o nada.
Un Coronado, por cierto, al que hacia tiempo que no veía tan bien. 

SPOILER DEL FINAL DE LA PELÍCULA

A pesar de que Calparsoro tiene claro quienes son sus protagonistas en la historia, yo no tenía tan claro como iba a terminar la película.
Tantos intentos fallidos de salir indemnes, tanta idas y venidas desastrosas…no daban una clara salida a unos ladrones acorralados.
Pero el sol acaba saliendo y con él la posibilidad de volver al plan A. El túnel de metro es un tubo de escape perfecto hacia un vagón en el que sobran las palabras y todo se dice con la mirada.
Reproches y medias sonrisas de unos ladrones que pensaban que todo acabaría en ese banco.
La emoción de saber que se habían librado por los pelos y un plano final de Luis Tosar paseando por una de las plazas más importante de Valencia, precisamente la ciudad en la que MÁS ESTÁ CAYENDO. 

IDEAS SUELTAS:

- Ya solo el edificio elegido como banco da respeto. Enorme, gris como una fortaleza infranqueable o bunker impersonal, su elección ha sido todo un acierto.
- ¡Todos tranquilos y colaborando!
- Tengo el honor de presentarles al empleado del mes.
- Patricia Vico y los diamantes o lo que es capaz de hacer una persona desesperada.
- Salir de aquí con algo que valga la pena.
- ¿Jefe de qué, jefe de quién?
- No se si mandás mucho vos.
- El acento argentino hace que incluso las mayores barbaridades suenen bien.
- Me encanta cuando la gente entiende.
- Estas son lecciones que te facturo aparte.
- Rodrigo de la Serna tiene las mejores frases y el mejor personaje…bienvenidos a la Sernamanía.
- Petición a algún productor o programador teatral, De la Serna es un animal teatral, ha llegado el momento de traer a España alguna de sus obras, es el momento de verle sobre el escenario.
- Es curioso que una película de acción y suspense juegue con tantas metáforas. El agua, la lluvia, el nadar a contra corriente, el gris de los trajes…
- No creo que llegue a los Goya del año que viene, pero la idea es que la gente la disfrute y pase un buen rato.

3 comentarios:

  1. Que no habrá en esas cajas "fuertes" de los bancos!

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  2. Que no habrá en esas cajas "fuertes" de los bancos!

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  3. ¿Quién filtra a la prensa la información si ellos (los ladrones) no la tienen?

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