Lo mejor de la
película: Rodrigo de La Serna, sin él la película sería la mitad. El tema
que trata, con la política de trasfondo. La química Tosar-De La Serna. La gran
capacidad de Calparsoro para rodar escenas de acción. Su atmósfera inquietante
y una música acorde con el ritmo.
El momento de la
película: De la Serna y Tosar sentados en el suelo del banco con todas las
cajas de seguridad abiertas, compartiendo una botella de cava caliente. Su
conversación marca el arranque hacia el final.
La frase de la
película: Después de lo que viví con
el corralito, viene a pasarme esto a mí.
Hay dos elementos fundamentales en Cien años de perdón, la lluvia incesante y las puertas de hierro
del banco que se abren y se cierran a lo largo de toda la película. Dos
metáforas que apuntan directamente a la actualidad política que vivimos día a
día.
La lluvia es lo que impide a los ladrones llevar a cabo su
plan, pero también es la lluvia que acompaña a todos los personajes durante
todo el metraje. Incesante y pesada como la actualidad, la lluvia como metáfora
de la que está cayendo.
Y es que en una película en la que todos mienten, en la que
hay recovecos en todos los lugares y en todos los personajes, la lluvia no
limpia ni da esplendor, es plomiza, pesada y molesta. Igual que la política
actual.Las puertas del banco son enormes, infranqueables cuando están cerradas y separan a los ladrones de la policía, pero también a los poderosos de los rehenes.
Estas se abren y se cierran al antojo de unos y otros, pero siempre están ahí como separación, como punto de contrapuesto para los poderosos y los cacos.
La película de Calparsoro esta llena de trampas en el guión,
información que no se le facilita al espectador para generar más tensión, cosa
que no es una novedad en su cine.
Como director le gusta jugar con el público, buscar sus
límites, que se involucre en la historia y con sus protagonistas, que quiera
más.
Lo que si es novedoso y es un recurso que usa por primera
vez es EL HUMOR.
Me he descubierto en varias ocasiones riendo a carcajada
limpia a lo largo de la película, cosa que no me esperaba.
Sabía que iba a encontrar acción, ritmo y tensión pero nunca pensé que Cien años de perdón tiraría de humor y momentos íntimos para que la película fuese algo más que una película de atracos.
Sabía que iba a encontrar acción, ritmo y tensión pero nunca pensé que Cien años de perdón tiraría de humor y momentos íntimos para que la película fuese algo más que una película de atracos.
Calparsoro tiene muy claro de parte de quien está en este
atraco, no solo en el de la película, sino también en la vida. Está claro que
los ladrones que buscan una salida y que sobreviven al límite son los héroes de
esta historia. Los políticos y sus asesores son grises, aburridos y los verdaderos
patanes del film.
Para que todo quede bien reflejado elige a unos actores de
primera fila y les dirige con mano firme para que todos estén ajustados a la
historia.
De paso le abre la puerta del público español a Rodrigo de
La Serna, un talento con patas que debería empezar a tener la repercusión de
Ricardo Darín por el carisma y su capacidad camaleónica de convertirse en el
personaje que quiera.
De La Serna trabajó y brillo en aquella preciosidad llamada Diarios de motocicleta y pudimos verle
en un pequeño papel en Nueces para el
amor.
Hiperfamoso en Argentina puede que esta película sea el
salto definitivo al cine español, ya que si hay un actor que brilla en esta historia
es él.
Su Uruguayo es un
hombre teatral, líder, un buscavidas que ha pasado seis años en la cárcel y que
quiere una vida normal.
Le encanta que le admiren, le gusta jugar y la manipulación.
Quiere salir de ese banco para empezar de nuevo, pero a medida que las cosas
van saliendo mal su cara y su calma se van descomponiendo y su humor se vuelve
más agresivo.
Es ahí donde el Gallego
(Luis Tosar) tendrá que coger el timón de ese atraco que esta naufragando y
dar un poco de cordura a tantas meteduras de pata seguidas.
La relación entre los dos de admiración y desconfianza marca
la parte que mejor funciona en la película. Y al igual que el director, como
espectadora no puedo más que tomar partido por ellos y desear que puedan salir
de ese banco, por lo menos con lo que entraron.
Tras un principio en el que todo es confuso y acción, la
película empieza a volar en el
momento en el que los ladrones están entre la espada y la pared.
Tanto el plan A como el B han fallado y lo único que les
queda es echar un órdago al personaje de José Coronado sin cartas bajo la
manga. Un todo o nada.
Un Coronado, por cierto, al que hacia tiempo que no veía tan
bien.
SPOILER DEL FINAL DE
LA PELÍCULA
A pesar de que
Calparsoro tiene claro quienes son sus protagonistas en la historia, yo no
tenía tan claro como iba a terminar la película.
Tantos intentos
fallidos de salir indemnes, tanta idas y venidas desastrosas…no daban una clara
salida a unos ladrones acorralados.
Pero el sol acaba saliendo
y con él la posibilidad de volver al plan A. El túnel de metro es un tubo de
escape perfecto hacia un vagón en el que sobran las palabras y todo se dice con
la mirada.
Reproches y medias
sonrisas de unos ladrones que pensaban que todo acabaría en ese banco.
La emoción de saber
que se habían librado por los pelos y un plano final de Luis Tosar paseando por
una de las plazas más importante de Valencia, precisamente la ciudad en la que
MÁS ESTÁ CAYENDO.
IDEAS SUELTAS:
- Ya solo el edificio elegido como banco da respeto. Enorme,
gris como una fortaleza infranqueable o bunker impersonal, su elección ha sido
todo un acierto.
- ¡Todos tranquilos y
colaborando!
- Tengo el honor de
presentarles al empleado del mes.
- Patricia Vico y los diamantes o lo que es capaz de hacer
una persona desesperada.
- Salir de aquí con
algo que valga la pena.
- ¿Jefe de qué, jefe
de quién?
- No se si mandás
mucho vos.
- El acento
argentino hace que incluso las mayores barbaridades suenen bien.
- Me encanta cuando la
gente entiende.
- Estas son lecciones
que te facturo aparte.
- Rodrigo de la Serna tiene las mejores frases y el mejor
personaje…bienvenidos a la Sernamanía.
- Petición a algún productor o programador teatral, De la
Serna es un animal teatral, ha llegado el momento de traer a España alguna de
sus obras, es el momento de verle sobre el escenario.
- Es curioso que una película de acción y suspense juegue
con tantas metáforas. El agua, la lluvia, el nadar a contra corriente, el gris
de los trajes…
- No creo que llegue a los Goya del año que viene, pero la
idea es que la gente la disfrute y pase un buen rato.
Que no habrá en esas cajas "fuertes" de los bancos!
ResponderEliminarQue no habrá en esas cajas "fuertes" de los bancos!
ResponderEliminar¿Quién filtra a la prensa la información si ellos (los ladrones) no la tienen?
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