La vuelta de Allí Abajo empezó con el pie cruzado cuando
decidieron programar la serie el viernes. No creo que programar una serie el ultimo día de lectivo dela semana sea la mejor opción para el
espectador.
Como mucho supone una ventaja para la cadena, para contraprogramar
a sálvame en telecinco y visto los resultados de las audiencias, mal no le ha
salido la jugada a Antena 3.
Aunque yo sigo pensando que una serie como Allí abajo
debería emitirse otro día de la semana, todavía mejor si es después del
Hormiguero para beneficiarse de los espectadores que este arrastre, y por eso creo que es cuestión de
tiempo que la serie encuentre otra ubicación.
La serie comienza su segunda temporada cogiendo la historia
unos meses después de cómo dejamos la primera, con Iñaki y Carmen como pareja
viajando al norte para el día de la tamborrada de Donosti.
Primer inciso: Una
de las cosas buenas que hace Allí Abajo es rodar en exteriores, da aire a la
serie. Durante la primera temporada rodaron en una Sevilla luminosa y de
postal, que iba acorde con el tono de la serie. Blanca y bonita.
En este primer capítulo de la segunda temporada, le toca el
turno a los exteriores de Donosti. Y aquí hablamos de otro nivel. Rodar en la
que es probablemente una de las más bellas ciudades del mundo siempre debe
resultar fácil, pero esta vez al sumarle la tamborrada nocturna y ese amanecer
en la playa de la Concha, han dado al episodio unas imágenes bellísimas.A pesar de ser una comedia, la escena nocturna de la tamborrada, con todos serios y concentrados donde solo sonaban los tambores, ha sido francamente emocionante.
Sigamos…
Carmen acompaña a su chico a casa de su suegra, lo que
propicia un montón de malentendidos con una Maritxu muy preocupada porque su
hijo no vuelva nunca a Donosti y se quede a vivir en el sur, y su hermana que
apuesta por una ruptura de la pareja para recuperar a Iñaki.
Tengo que decir que me gusta mucho más esta Maritxu, la ama que quiere a su hijo de vuelta, pero
en vez de enfrentarse a él trata de que su nuera se sienta como en casa y ganar a la pareja no presionando. A pesa de lo que le dice su hermana.
Y sobre todo me gusta la que se despide de Carmen con un
abrazo. Puede que no sean amigas, pero están limando asperezas.
Segundo inciso: Por
cierto, Carmen, si mi suegra tuviese ese caserío, con ese entorno y esas
vistas, los fines de semana las comidas familiares serían otra cosa. El clima
no lo es todo, esas vistas si lo son.
La mejor parte de Allí Abajo sigue siendo la cuadrilla,
estos cuatro hombres ( cinco con Sabino) son un absoluto desastre, pero se caen
tan bien, se lían tanto unos a otros, tratan tanto de darse consejos aunque
sean absurdos, que gran parte de que la serie funcione radica en que ellos
funcionan juntos.
En cambio, y esto llevo pensándolo desde la primera parte de
la serie, es que la química entre Jon Plazaola y María León es prácticamente
nula. No dudo que se caigan bien en la realidad, de hecho transmiten buen
rollo, pero química lo que se dice química…
Así que la serie funciona mejor cuando se centra en las
diferencias norte –sur y la cuadrilla.
El MVP de esta semana va para Sabino (Santiago Ugalde) tratando
de ser digno en el rechazo –Sabino los próximos
dos días estas fuera de la cuadrilla porque vuelve Iñaki; Él que es el tambor
mayor por lo tanto tiene que mantener la tamborrada en orden pero todos se le
despendolan, y no paran de nombrarle como el más aburrido de los aburridos.
Eso sí, Ugalde le da una ternura y una gracia maravillosa.
En la parte andaluza todo está preparándose para lo que
viene el resto de la temporada. El padre de Carmen, un ganadero chapado a la
antigua, interpretado por un siempre interesante Pepo Oliva, promete traer
problemas a la pareja protagonista. Y es que tras la gracia de la andaluza
tratando de adaptarse al norte, ahora toca a Iñaki enfrentarse al sur más
profundo.
Por cierto, agradezco que se diese un tiempo a Iñaki
Salinero. Divertido como la parte vasca que visita el sur en este episodio.
-Mari, Jose Mari.
Y un aplauso para Noemi Ruiz, Trini, porque su personaje es el
más desagradecido de la serie. Si ya en la primera temporada era la tercera en
el triangulo Rober-Carmen-Trini, en esta segunda temporada la convierten en una jefa explotadora. Otra actriz
convertiría al personaje en insufrible, ella capea el temporal y sin intentar
caer siempre bien, consigue que no odie a su Trini.
Por cierto, hablando del triangulo amoroso, el Rober ha intentado
mantener el tipo, pero cuando todo el mundo sabe que te han dejando por otro…
toca aguantar los chistes. Él lo ha hecho como buenamente a podido.La sensación que me ha quedado es que si la primera temporada fue la de Iñaki, su adaptación al sur, el ser más abierto con sus sentimientos y salir de su zona de confort…. Esta segunda parte va a ser la de Carmen, la de aceptar que salir con alguien que no ha compartido tus raíces no es un hándicap sino una ventaja.
Y que cuando encuentras a alguien que te trata bien y
quieres a esa persona, debes apostar por ello aunque los demás te digan lo
contrario.
La temporada desde luego ya ha puesto las cartas sobre la
mesa…
Ideas sueltas…
- La frase Que bonita
es Donosti, coño…. Es decir en alto lo que opinamos todos.
- La guerra de pipas en la sociedad ha sido muy bueno.-María León sale bellísima en esta temporada. Es una belleza diferente, pero es preciosa.
- El taxista sevillano, ya taxista personal de Iñaki,
necesita más minutos. Es fantástico.
- Caña a la andaluza.
- Tu eres tan de aquí y
él es tan de allí…..
- No se si es un
idioma como tal o es que la impresora se ha quedado sin tinta.
- Habitaciones
separadas - Joder, Iñaki ¿Qué tienes,
doce años?
- ¿Y si le pregunto a
Carmen? Ella es andaluza, habla el mismo idioma.
- Lo del O.V. (orgasmo
vasco) ya es llevar el barrer para casa a otro nivel…
Visto asi puede que tenga sentido ver la serie!
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