viernes, 11 de diciembre de 2015

Cine: B, la película ( de David Ilundain) ___________________ Cuando el cine limpia, fija y NO da esplendor.

 

Lo mejor de la película: Pedro Casablanc, en un primer plano y sin piedad. Coger literalmente las declaraciones de Bárcenas y llevarlas a la pantalla sin cambiar una sola coma. El terror que provoca. La risa que provoca.

El momento de la película: En los últimos momentos de la película, tras las preguntas de su abogado, Bárcenas calla y un primer plano cerrado muestra la mentira en toda su cruda realidad.

La frase de la película: - Se lo subes al presidente y él sabrá que hacer.

Esta semana me han llegado las papeletas para votar por correo y tengo un par de días para decidir que hacer. Sinceramente, que complicado.
Complicado porque la situación politica actual es francamente desilusionante. Me gustaría recuperar a la joven que era hace diez años que creía firmemente en que si se podía. No es que ahora crea que no se puede, es que creo que no queremos. Y hablo en general, porque la coherencia es francamente una de las cosas más difíciles de conseguir. Olvídate de un cuerpo diez, lo realmente complicado en esta vida es ser coherente y empezar a cambiarse a uno mismo sin estar constantemente predicando con cambiar el mundo.
Y B, la película al final habla de eso. De Bárcenas, sin duda, pero creo que el interrogatorio a este tipo es más una excusa para hablar de la sociedad en la que vivimos, la política que tenemos y el sistema en el que seguimos.

Sobre lo que cuenta la película:
Hace unos meses escribí en el blog que me parecía que hacía falta películas españolas que hablasen sobre la situación política actual, tal y como el teatro lo estaba haciendo.
Así que recibo esta adaptación cinematográfica con los brazos abiertos.
Primero por lo que ha tardado en estrenarse, sobretodo en Vitoria ( parece ser que la distribuidora ha tenido serios problemas para moverla en los cines).
Segundo por la audacia de coger algo como la transcripción del interrogatorio del Juez Ruz a Bárcenas, literalmente, sin cambiar una coma, y mostrar en cine lo que ocurrió en una sala de la Audiencia Nacional en Julio del 2013.
Y no sé si es una comedia o una película de terror, lo cual confirma que la política es lo uno y lo otro.
La película de Llundain trata de mantener un tono neutro con el ex tesorero del partido popular, pero es inevitable que como espectadora se me muevan las tripas con lo que la película cuenta.
Trato de verla desde la cabeza, siendo racional, con un cuaderno en una mano y un bolígrafo en la otra ( es francamente complicado escribir en el cine, pero es la manera que tengo de ir siguiendo mi propia línea de atención) y a medida que pasan los minutos siento mi estomago pesado. De vez en cuando se me escapa una carcajada irónica, y cada vez mi estomago pesa más, porque esto no es ficción, aunque este rodado como un film de abogados, esto es real.
Hay algo en mi, que no se si es una virtud o un gran defecto, y es que siempre trato de buscar las motivaciones de la gente, trato de entender ( que no justificar, ojo) que les ha movido a hacer lo que han hecho.
En el caso de B, la película esta claro, y ese es su gran logro, que el poder y el dinero mueven a este tipo. Un señor que juega con los límites de la justicia y disfraza las palabras para explicar cuales eran los motivos de tener una contabilidad B en su partido.
Pero quiero ir más allá  que es lo que la historia de David me ofrece. Sí, el partido popular es un partido con grandes tramas de corrupción y encima lo han tapado una y otra vez e incluso muchos de sus máximos dirigentes han estado involucrado en ellos, esto ya lo sabe cualquiera que vea los telediarios con más o menos asiduidad.
Yo quiero quedarme con el meollo del problema y que la película trata a través del interrogatorio. La financiación de los partidos.
Este es probablemente el mayor problema de la política actual, fijo que hay otros, pero que difícil es levantar y llevar unas ideas cuando dependes de financiación externa. Y esto se aplica a cualquier partido político, sea del signo que sea. Porque este problema abre la puerta a que gente a la que le interesa entre poco y nada las ideas ( sean de derechas, de izquierdas o de centro) entren a ocupar cargos muy importantes en el poder.
Porque seamos honestos, el poder atrae como la miel a las abejas; El poder es igual de adictivo que el dinero, sino, de que tantos ex presidentes seguirían buscando su cuota de pantalla y de protagonismo.
Ese es el Bárcenas que retrata la película, el que sediento de poder echa un órdago a su propio partido desvelando detalles de una financiación ilegal, pero guardándose ases bajo la manga. Porque este tipo tiene la sartén por el mango, y eso le da un poder que él disfruta y explota, aunque al final se marche con las esposas puestas. Pero eso es lo de menos, como un contratiempo en su camino, que sabe que pasará y tal y como afirma en el interrogatorio Aspiro a conservar el 100% de mi patrimonio. Hay que tener mucho poder e información para poder hacer esta afirmación, y encima cumplirlo.

Sobre como cuenta la película:
Paso ahora a los aspectos más formales de la historia. A la adaptación de una obra de teatro al cine, con toda la dificultad que eso conlleva.
Pero David Llundain entiende perfectamente que son dos medios que tienen lenguajes diferentes, y decide dotar a la cámara de viveza e insuflar ritmo a la historia dejando que los abogados presentes en la sala hagan comentarios de manera que el espectador pueda respirar de todos los datos que le está dando el interrogado y así desviar la atención durante unos instantes de la trama principal.
Además la película trata en todo momento de no juzgar al personaje, de que el espectador saque sus propias conclusiones, hasta que llega el epilogo final y apunta directamente a un partido que aplaude.

Mención aparte el trabajo de Pedro Casablanc, ese actor que lleva siendo muy bueno desde hace tiempo, al que siempre es un gusto verle en teatro y que aquí se apodera y devora al personaje.
Pedro no solo hace un trabajo de caracterización formidable, eso es fácil y pura imitación. Lo que hace tan poderoso su trabajo, es lo que consigue transmitir cuando durante 80 minutos tiene la cámara en un primer plano sobre él, sin poder mover brazos ni piernas, y solo con su rostro y maravillosa voz pasamos del hombre pedante y que tiene el poder al principio de la historia, pasando por esa mirada de reojo a los abogados de la acusación, a plegar velas y cerrarse en banda cuando se habla de Aznar, hasta la perdida de nervios y del control cuando es su abogado quien le interroga en el final del interrogatorio.
Que difícil lo que ha hecho, que grande el resultado. Y que extraño es el cine para que este maravilloso actor haya encontrado la interpretación de su vida en un tipo como Bárcenas.
Un par de ideas finales:
- La defensa de Bárcenas de su mujer le hace más humano, pero también me hace plantearme el papel de la familia y de las esposas en particular en los casos de corrupción. Si todas estas tramas son una de las grandes lacras de la actualidad, las mujeres que se escudan en el - es que yo confiaba en mi marido y hacia lo que él me decía me parecen la peor complicidad y el mayor acto de indecencia.
- La cantidad de nombres reales y conocidos que salen en la historia es lo que convierte la película en algo terrorífico, y lo peor de todo es la sensación de impunidad que deja.
- Coherencia la palabra más difícil del diccionario con diferencia.
- Este año voy a tener el corazón dividido en los premios a mejor actor entre Casablanc y Ramon Barea por  Negociador.
- Más cine de este tipo por favor, hablemos más del aquí y ahora.

3 comentarios:

  1. El subtitulo de "B" "La verdad no cambia nada?" provoca la reflexion casi filosofica Cambia algo si o no?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que si cambia... de hecho creo que es necesario contarla. En ficción o documentales, pero contarla!

      Eliminar
  2. El subtitulo de "B" "La verdad no cambia nada?" provoca la reflexion casi filosofica Cambia algo si o no?

    ResponderEliminar