lunes, 19 de marzo de 2018

Cine: Martín (Hache) de Adolfo Aristarain____ de Hache a Martín con el paso de los años.

 

Lo mejor de la película: Los diálogos de la película recitados por cuatro actores en estado de gracia. El corazón de la película es la relación padre-hijo, nada idealizada, y como repercute esta en sus más cercanos. La verdad con la que se hablan entre los cuatro, con dureza y crudeza si, pero con una franqueza de las que hacen que las relaciones sean sanas y significativas.

El momento de la película: Martín padre e hijo, Dante y Alicia cenando con mucho champán en la terraza de la casa del sur diciéndose verdades como puños.

La frase de la película: - " Será tu hijo, pero no sabes quien es" Dante a Martin.


- " Siempre hay que seguir, aunque solo sea por curiosidad" Dante.

Ciertas películas adquieren un nuevo significado cuando pasa el tiempo, esta película de Adolfo Aristarain estrenada en 1997 me causó un gran impacto cuando la vi en el cine por primera vez probablemente porque en aquella época yo tenia solo un par de años menos que protagonista y me sentía tan perdida como él.
Mi percepción sobre ella ha ido cambiando en la misma medida que han ido pasando los años y yo pasaba de ser una post adolescente desubicada hasta la adulta que mira desde la madurez al personaje del padre.
Por eso hoy que es San José, día del padre, Martin (Hache) me resulta la mejor película para hablar de esa relación siempre compleja, difícil y fascinante como la que se puede llegar a dar entre un padre y su hijo porque hay en esta película más verdad que en todos aquellos libros que dicen lo maravilloso que es tener un hijo.

-"No te gusta ser padre, pero te faltan huevos para reconocerlo" Dante a Martin.


El padre.
Adolfo Aristarain director, guionista y productor de la película bucea a través de cuatro personajes en las relaciones humanas especialmente en la que se establece entre un padre y un hijo una vez que este se ha hecho adulto.
Confrontándose a las historias que hablan desde el punto de vista de unos padres recién estrenados en la paternidad/maternidad cuando un recién nacido o un niño llega a sus vidas como en el caso de la reciente serie de Berto Romero Mira lo que has hecho, Martin (Hache) apunta y da en la diana al escarbar en la oscuros recovecos de esa relación con un hijo que acaba de llegar a la mayoría de edad.
Martin padre es un hombre serio, culto, muy inteligente y bien situado. Tiene poca gente alrededor pero parece serle suficiente.
No puede ser más que una metáfora que cuando le llaman de Buenos Aires para decirle que su hijo ha intentado suicidarse no oiga el teléfono porque tiene los auriculares puestos y tenga que ser su amigo Dante quien corra a su casa a darle la noticia.
Toda la actitud de Martin ante la vida esta resumida en esa escena, pese a sus grandes cualidades es incapaz de escuchar, nadie puede sacarle de su zona de confort y hasta esa llamada telefónica sus hijos son dos seres extraños que viven a un océano de distancia.
En las dos horas que dura la película este padre ausente no se convertirá en un nueva personas por obra y milagro de la relación con su hijo, probablemente este más dañado que al principio de la historia, pero al menos ha conseguido darle a su hijo EXACTAMENTE lo que necesitaba para que pueda volar.

- " Lo llamas hache, que es una letra muda, que no existe y encima va encerrada entre paréntesis" Alicia.

 El hijo.
Hache es el primer personaje al que conocemos en la película. Vive en Argentina, es un chaval de 19 años que ni estudia ni trabaja ( en el 97 esta película ya hablaba de ninis). Vive con su madre y su padrastro y se dedica a tocar la guitarra eléctrica en un grupo de hard-rock.
Igual que la metáfora de los auriculares en el padre, la del hijo es que duerme en un sofá cama en el salón porque ya no hay sitio para él en la casa de su madre.
Su sobredosis es la explosión que cambiara no solo su vida sino la de la gente de su entorno.
Hache no sabe que hacer con su vida, no solo es que este perdido, es que no sabe quien es, situación normal a los 19 años de edad.
Toda su falta de significado existencial pasa por los dos enormes ojos negros de un jovencísimo Juan Diego Botto que recuperaba aquí su acento porteño natal tras Historias del Kronen de Montxo Armendariz, para poner piel a un chaval que estorba a sus padres y al que apremian para que encuentre un camino.
Su viaje engañado a Madrid para un mes, cuando realmente es un intento de empuje de unos padres que no saben como ayudarle, le pondrá en contacto con dos seres humanos que ampliaran su forma de ver la vida y le reconectará con un padre al que verá desde una nueva perspectiva una vez se desencadene la tragedia.

- "Yo sé que me quiere, quiere que me vaya bien, pero nada más. No espera nada de mí" Hache sobre Martín.


Las expectativas.
El monologo de Hache sobre las ilusiones de su padre para él en las escaleras de la casa del sur tras una cena en la terraza, es uno de los más duros y reales que he escuchado en una obra de ficción sobre la juventud.
Para Martin padre los objetivos, el triunfo, las metas y el trabajo duro son pilares fundamentales. Todo lo que se salga de sus parámetros es un fracaso y no merece su respeto. Los otros tres personajes se pasan las dos horas de la película corriendo tras ese respeto que nunca parece llegar y por el que tanto tienen que esforzarse.
Hache está paralizado por esas expectativas y por eso escuchar durante esa importante cena a Dante y Alicia exigirle al padre "que afloje" para posteriormente sincerarse en las escaleras con el amigo de su padre lo doloroso que le resulta no cumplir con esos deseos me resulta el momento clave de toda la película.
Un monologo en el que creo que nos hemos perdido muchos, sobretodo en la post-adolescencia. Ser lo que nuestros padres sueñan de nosotros por muy rebeldes que seamos, cumplir con lo que ellos consideran un éxito es al final una piedra que arrastramos atada a los pies hasta que no rompemos con la cadena. Hache conseguirá hacerlo con su viaje de vuelta a Buenos Aires.
Ninguno podrá cumplir con lo que Martin parece exigirles y por eso los tres tendrán un final tan diferente. Uno trágico para Alicia, uno en libertad para Hache y una relación reajustada para Dante.

- "Tendréis la conciencia tranquila porque sois modernos, porque habéis aplaudido a rabiar una obra de izquierdas durísima. Durísima, tío!" Dante.


La libertad.
El personaje de Dante al que da vida un estratosférico Eusebio Poncela es el Pepito Grillo de Martin, el amigo leal que le quiere y le acepta tal y como es, el que le mueve para que salga de su zona de confort, el que le desafía hacia una vida menos rígida.
El otro día cuando volvía ver la película recordé porque desde el primero momento en el que la vi amé a Poncela, su trabajo aquí no solo es generoso ( sabe que el centro de la historia es la relación padre-hijo y él sabe quedarse a un lado cuando le corresponde), sino que acierta a darle un aire teatral a este Dante que solo entiende la vida como transgresión y que ama hasta el final.
Su momento en el teatro, en el que se quita la peluca y reclama al público por creerse mejores solo por ver una obra de izquierdas es algo que siempre he querido que me pase a mi en una función, porque ese momento también es un recordatorio por parte de Aristarain de que como público parece que estamos esperando a que nos den lo que queremos, a buscar aquello que reafirme nuestras creencias y no esperar que nos sacudan con libertad como lo hace Dante.
El final viendo el video de Hache junto a Martin es la del cierre de candado, la amistad entre estos dos hombres será ya hasta el final.

- " Tomá las llaves, metetelas por el orto" Alicia a Martin.

El cambio de perspectiva por el paso del tiempo.
Los casi veinte años que han pasado desde que vi la película por primera vez hasta la ultima se ven reflejados en la diferencia de perspectiva que tengo hacia ciertos temas.
Desde lo oscuro y rebelde que me parecía la adicción a las drogas de Alicia siendo joven a la pena y dureza con la que lo he visto ahora, desde las noches llenas de alcohol y sin dormir que tienen los cuatro que con 18 años me parecían tan divertidas a la imposibilidad de quedarme hasta más de las tres de la mañana despierta en la actualidad.
Pero si hay algo que me ha impactado es el exagerado machismo de Martin. En el año 97 el personaje de Luppi me resultaba difícil y antipático, pero ahora en el 2018 me resulta un verdadero carcamal. No se si fue la idea de Aristarain pero lo cierto es que el personaje protagonista será muy inteligente, pero su visión de las mujeres es humillante.
Su falta de interés e ilusión por su hija ( verbalizados por el propio Hache) y el maltrato psicológico al que somete a Alicia, una mujer moderna y pragmática pero que anda al paso de su pareja, muestran un hombre machista, controlador que no deja marcharse a su pareja ni le da el lugar que se merece. Amen de los desprecios que le hace a ella y la visión de la madre de Hache. Su visión macho del hombre marca todas sus relaciones y le deja solo y desorientado ante las emociones.

- ¿ Serías capaz de aceptar que soy un mediocre? Hache a Martin.


El humanismo.
Martin (Hache) es una película que va gestionando el conflicto de menos a más. Desde un principio se hablan con franqueza, pero las emociones y el dolor solo acabarán de estallar al final cuando la realidad de lo que cada uno necesita y lo que le ofrecen se hacen incompatibles. Extraordinariamente dialogada y con una dirección de actores milimétricas es una película que ha sobrevivido al tiempo por ciertas conversaciones icónicas en ella y por cuatro personajes muy reconocibles. 
La película trata con honestidad relaciones que se han idealizado en el cine, para hacer que las palabras por muy duras que sean sirvan como puentes.
20 años después de haberla visto por primera vez hasta ahora puedo ver a través de ella la evolución en la relación con mi propio padre, desde aquella joven que sentía todas y cada una de las palabras del monologo de Hache en la escalera hasta ahora que somos capaces de viajar juntos los dos solos durante doce días por carreteras medio abandonadas en uno de los mejores viajes de mi vida.

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