domingo, 4 de febrero de 2018

La resaca de los Goya.


Después de varios meses con el blog olvidado, ayer por la tarde pase un par de horas escribiendo mi quiniela de los premios Goya. Justo antes de publicar la entrada....se me borró TODO. 
Decidí tomármelo a risa, coger mi coche e ir a ver la gala a casa de mi amiga a Ana.
Hoy vuelvo a intentar recuperar el blog con la esperanza de que no se me borre también esta entrada.
Hoy toca un repaso general, un picoteo variado a los premios del cine español.

Pero antes, las ganas de volver me las ha dado el poder llenar mi blog con imágenes y frases de la película Call me by your name de Luca Guadagnino. 
Pequeños detalles que me permitan poder mantener el contacto con ella.
Hoy " la reconciliación". 
Sigue en los cines.
De nada.

Ahora si, aquí mis momentos de la gala. Personal e intransferible.

1) Mi goya de grito: Los vecinos de Ana tienen que estar acordá ndose de mi grito anoche tras este premio.
Menos mal que fue el primer premio.
Hace ya un par de años que el teatro vasco tiene el run run Sagardoy. El talento de este chico es enorme, por eso el premio era el espaldarazo a un chico que tiene un futuro maravilloso por delante (con una visión del éxito que puede que no se ajuste al más popular, sino al de él) y el que me hace muy feliz pensar en las veces que voy a sentarme en un patio de butacas de cine o teatro para que me fascine con sus personajes.

2) Mi goya que supo a poco: la película Verónica de Paco Plaza merecía más. Mucho más.
No es una película SOLO de miedo. Es mucho más. Anoche me daba pena que una película tan arriesgada se fuese prácticamente de vacío. 
Quiero creer que el talento que hay en esta película sobrevivirá a una gala de premios que solo le premió su sonido.

3) Mi goya polémico: Y llegan los premios de interpretación. Actor y actriz. Goyas que no tienen ningún tipo de misterio porque se sabe que quienes van a ser los ganadores.
Javier Gutiérrez y Nathalie Poza suben a por sus merecidos premios, y mi corazón se va rompiendo poco a poco porque ninguno de los dos nombra ni de refilón al grupo de teatro Animalario donde los dos comenzaron y los dos crecieron hasta el éxito.
Que la ruptura del grupo es un hecho, lo sabemos desde hace más de un par de años, pero no quita que yo esperase por parte de ellos ( o por lo menos de Poza) un cable a Alberto San Juan, Willy Toledo o como mínimo a Andrés Lima.
La disolución de este grupo teatral es una de las peores cosas que le ha ocurrido al teatro, y algo difícil para mi no solo por lo silencioso y algo agresivo de la situación ( Roberto Álamo declaró en una entrevista el año pasado que hace mucho tiempo que no habla con Toledo) sino porque supone el final de un grupo de gente que me enganchó al teatro, me dio una visión más valiente y arriesgada de las historias y sobretodo una mente más abierta al mundo.

4) Mis goyas más queridos: Hay opiniones para todo tipo de la película vasca Handia entre la crítica, lo entiendo y espero escribir sobre ella unas líneas en breve.
Lo que no se puede obviar es que los 10 Goyas suponen para la cinta y muy especialmente para la cinematografía vasca algo EXTRAORDINARIO.
Me hizo especialmente ilusión el de guion original por lo difícil que suponía premiar un texto en euskera.
Ha sido una gran noche para el cine vasco y gasolina para un motor que va a trancas y barrancas.

6) Mi goya más emotivo: Me encanta la película La llamada y soy fan de sus directores Los Javis.
Anoche iban con 5 nominaciones aunque era evidente que saldrían como mucho con 2 bajo el brazo.
A pesar de que entiendo el Goya a mejor actriz secundaria para Adelfa Calvo por El autor, mi apuesta era la maravillosa Belen Cuesta y su Milagros.
Eso si, esta chica tiene un futuro alucinante por delante,  le quedan años para ganar muchos premios.

El que si se fue con el galardón fue Leiva. Me hizo muy feliz.

7) Mi goya menos valiente: Me gusta mucho el cine de Isabel Coixet, siempre me interesa lo que tiene que contar, y como lo cuenta. Las veces que más lo hace, es cuando arriesga.
La librería es una buena película, pero le falta cierto riesgo de otras de sus cintas me gustaron más.
Verano 1993 de Carla Simón es mejor película, Verónica de Paco Plaza más valiente.

8) La gala del desastre: Ha sido una gala muy mala. Mucho. Nadie lo cuestiona. Pero sinceramente creo que esto no tiene nada que ver con sus presentadores Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla, que salieron unas cinco míseras veces, sino que creo que su humor surrealista no encaja en unos premios de este tipo y que hubo momentos bochornosos entre los que entregaban premios de meterse debajo de la cama.
Que Carlos Boyero fuese de lo mejor de la gala....lo dice todo. Los chanantes no repetirán ni se les invitará a volver a hacerlo.
Y un año más hasta aquí hemos llegado. Mañana se olvidará la mayoría. Hasta el año que viene.

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