jueves, 18 de mayo de 2017

Teatro: Cartas de amor ( de David Serrano) ________ Las palabras de una vida.


Lo mejor de la obra: Partiendo de una base muy usada, la de las cartas de amor, construye una obra de teatro sólida y elegante sobre la relación entre dos seres humanos durante 60 años.

El momento de la obra: El final, honesto, duro y difícil.

La frase de la obra: ¨No te fijes en mi pelo, ni lo mires"  La maravillosa y coqueta Melissa Gardner ( Julia Gutiérrez Caba).

Parece que uno de mis grandes retos estos últimos meses es el de superar los prejuicios, muy especialmente en el teatro.
No soy muy seguidora de las historia de amor, la comedia romántica o el romance. En general no son mis historias favoritas, por eso cuando leí el titulo del último trabajo de Julia Gutiérrez Caba se me torció la nariz.

Cartas de amor. Bufffff, que pereza.
Pero claro, está interpretada por una de las más grandes de la escena. Y dirigida por David Serrano, que es alguien del que su trabajo me interesa siempre.
Y mi acompañante me insiste que tiene ganas de ver algo más dulce. Y sobretodo QUE ES TEATRO, ¿ te hace falta algún argumento más?.
NO. La verdad es que no.
Así que anoche nos sentamos en la butacas del Teatro Principal sin mayor pretensión que pasar un buen rato y que maravilloso es cuando este te agarra y te da la vuelta a los prejuicios para que escuches.
Me interesa toda historia que trate de buscar límites, ya sea narrativos o estéticos. Obras de teatro que sean rompedoras y que transformen al público, y en ese interés muchas veces me pierdo el de paladear.
Cartas de amor es la historia de una mujer llamada Melissa Gardner y un hombre llamado Andrew Ladd III.  Durante hora y media transitamos por su historia a través de las cartas que se han intercambiado durante toda la vida.
Desde que eran un par de adolescentes hasta la muerte de uno de ellos. Más de 60 años de misivas para contarnos la relación entre dos seres humanos que nunca acaban de encontrarse en el mismo punto ni vital ni geofísico, y de paso hacer una radiografía de dos personas.
La premisa no es muy original, es una historia contada en multitud de ocasiones, lo que aporta este trabajo es su puesta en escena.
Son dos actores sentados cada uno en una esquina del sofá, y cada uno nos lee las cartas que le escribió al otro.
El movimiento está en las hojas de papel que cada uno deja caer al suelo una vez leída. Una a una caen como lo hacen los recuerdos de dos vidas muy distintas, dos seres humanos que no tenían porque entenderse y que acaban comunicándose durante 70 años.
Más que la historia de amor imposible, de la obra me interesa como retrata la comunicación entre los seres humanos, la dificultad de expresarse y como estos dos personajes lo consiguen gracias a las cartas, porque como le dice Andrew a Melissa en un momento dado ¨ las llamadas de teléfono se pueden cortar y olvidar, las cartas son para siempre¨.
Ninguno de los dos ha sido más honesto con nadie como lo es con el otro. Con nadie se relacionan mejor incluso a través de los países o la distancia que el uno con el otro.
Dos personajes cada uno en una esquina del sofá, que representa la distancia física entre ellos pero unas cartas en la mano con palabras que les sirve como puente.
Sentada en la butaca la obra consiguió atraparme desde el primer momento, entré en ella como los niños cuando les cuentan un cuento. Escucho a esta mujer y a este hombre contarme su vida y la veo en mi imaginación. No necesito más que la voz de estos actores para entrar en el mundo de esta pareja que nunca acaba de serlo, de viajar con cada uno de ellos hasta Japón o Italia, volver a Nueva York, casarse con otros, tener hijos, divorciarse, enfadarse entre ellos, reencontrarse, hacerse amantes, separarse, volver a reencontrarse y todas las fases por las que puede pasar una relación durante 60 años.

Una vez terminó la obra entendí que un buen libreto, a pesar de nacer de una premisa muy común, puede ser como una copa de vino tinto para paladear.
Despacito, degustándola y saboreándola es cuando mejor sabe. Porque Cartas de amor es ante todo elegante, suave y deliciosa si dejas que te atrape.
David Serrano que dirigió esa obra maestra llamada Lluvia Constante apuesta esta vez por un giro de 180 grados para ofrecernos otro gran trabajo.
Si la obra protagonizada por Sergio Peris Mencheta y Roberto Álamo era músculo, entraña y víscera que golpeaba en el estómago al espectador, Cartas de amor es emoción, corazón y elegancia.
Dos trabajos con solo dos personajes, dos obras que hablan de la relación entre esos dos antagonistas, de su comunicación y de los altibajos en esa comunicación.
Y cuatro grandes actores.
De los protagonistas de la primera ya hable largo y tendido en su momento,
de los protagonistas de la segunda no hay mucho más que yo pueda añadir que los amantes del teatro no sepan.
Miguel Rellan siempre ajustado, siempre efectivo, con ese rostro que vale para todo y que siempre dignifica su trabajo.
Julia Gutiérrez Caba dama entre las damas, de esas actrices que son puro teatro y aporta la elegancia que la obra esta pidiendo.
Una vez más el teatro, ese TEATRO que escribo con mayúsculas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario