miércoles, 10 de mayo de 2017

Series: Por trece razones ( de Netflix)____________ y con solo la mitad me basta para poder apreciarla.


Estoy sorprendida y muy confundida con todo el revuelo que se ha montado alrededor de la serie POR TRECE RAZONES, hacía tiempo que no presenciaba una montaña rusa de opiniones de este calibre alrededor de una obra de ficción. Ni siquiera la película La La land generó tanto debate en la época de los premios Oscar y eso que tuvo una buena ración de polémica, pero nada parecido a lo de esta serie.

Cuando hace unas semanas se estrenaron los trece capítulos de la serie en Netflix, pareció generarse un movimiento de ES LA SERIE, la obra de ficción definitiva sobre el bullying en el instituto.
Poco a poco se fue desinflando entre los críticos, de la misma manera que crecía como fenómeno entre los más jóvenes que se la pasaban de unos a otros.
A día de hoy la corriente crítica ha llegado a enturbiarse tanto que ya es decapitada y calificada como una mala serie.
Hace ya un par de semanas que yo terminé con ella y el impacto que causo en mí fue grande. Un par de días después hablando con un par de adolescentes sobre películas y series, una de ellas preguntó de manera casual al grupo que estábamos allí si habíamos visto la serie POR TRECE RAZONES.
Me quedé sorprendida porque estas chicas siempre hablan de video clips o videos de Youtube, y cualquier programa televisivo o serie de ficción no les interesa nada.
Así que aproveche para preguntarles que les había parecido y aunque ninguna de las dos había pasado todavía del cuarto capítulo, me di cuenta que estaba realmente ante un fenómeno social entre los jóvenes.
Primero porque a pesar de no tratar mucho con adolescentes, siempre he sentido una gran brecha en cuanto a nuestros gustos por el mundo de la ficción. Su mundo youtuber y sus video virales, no solo no me interesan sino que me son absolutamente ajenos.
Y segundo porque Vitoria es una ciudad pequeña en la que los fenómenos se cuentan con los dedos de una mano. Como ciudad tranquila y de provincia que es, Gasteiz no es muy dada a modas, por eso que una serie de  este tipo sea comentada en los colegios y en las extraescolares, es que el tema se ha hecho MUY viral.
Tendré que esperar probablemente unas semanas para que estas dos chicas acaben de darme su opinión sobre la serie completa (otra brecha generacional y lógica, ellas viven en casa de sus padres por lo que ver una serie de trece capítulos puede llevarles un par de meses, yo vivo sola y una temporada completa que me interese puede durarme una semana) pero he sentido la necesidad de escribir mi punto de vista a pesar de que hace ya un tiempo que la terminé porque en las malas críticas que estoy leyendo los últimos días tengo la impresión de que no se ajustan para nada a lo que yo vi en ella.
Por eso aquí van mis seis razones y media por las que creo que es una BUENA SERIE:

1) Porque la escena de la bañera es terrorífica.
Debo de vivir una vida muy naif porque la escena de la muerte de Hanna en el episodio 13 me parece terrible, durísima, muy gráfica y heladora por lo que quien tacha a la serie de romantizar el suicidio creo que no ha llegado a ver el último capítulo.
No hay música, no hay palabras, solo la decisión de una chica de acabar con su vida. No hay nada positivo en ello, ni ninguna justificación.
Es una escena oscura y descorazonadora, pero coherente con todo lo que nos llevan contando desde el primer minuto del primer episodio.
Y no, no invita a todo adolescente que lo ve a querer hacer lo mismo, de hecho creo que está rodada de tal manera que produce un gran rechazo, una sensación de oscuridad total.

2) Porque retratan como ninguna serie a un depredador.
Creo que se ha hablado muy poco del personaje de Bryce, demasiado poco.
Vivimos en una sociedad en la que cinco chicos fueron a unas fiestas de San Fermín y a las ocho de la mañana del día siguiente escribieron en un chat de amigos “nos hemos follado a una entre los cinco, pasada de fiestas”.
Resulta que esos chicos no habían follado con una, habían VIOLADO A UNA CHICA.
Por trece razones aborda la violación (es más, yo creo que el gran detonante para que Hanna acabe tomando la decisión que toma es la violación que presencia agazapada en una habitación) de manera cruda y sin tapujos.
Bryce es popular, rico, tiene la casa más grande y una piscina con jacuzzi. Y es un depredador de mujeres. La serie no le da ningún tipo de justificación, no le exculpa ni intenta que como espectadores le comprendamos, le vemos en dos episodios violar a dos chicas distintas y deja claro que no es la única vez que lo ha hecho.
Hay un momento en el que este personaje le dice a su amigo “lo mío es tuyo ¿no es cierto?” y poco después entra en la habitación de la novia de este, para violar a una chica en un semi-estado de inconsciencia por el alcohol.
Cuando Clay le confronta en el episodio 12 se defiende con una serie de alegaciones terribles siempre justificando que ELLAS LO QUERÍAN.
Bryce está tan bien retratado precisamente porque la serie consigue denunciar a estos tipos y de paso señala a una comunidad que les ampara.
Si coges un periódico de la declaración de los cinco chicos de San Fermín y coges las palabras de este personaje en el capítulo 12……asusta.

3) Porque la larga duración de los capítulos tiene su significado.
Una de las críticas más habituales contra la serie (y probablemente sea la más justificada) es que sus capítulos de una hora son muy largos y que la duración de trece episodios de la serie es demasiada. Yo misma tuve esa sensación sobre los capítulos 6 y 8.
Pero llegados a los episodios finales me di cuenta que esa sensación de gota a gota beneficia a la última decisión de Hanna.
¿Podría haberse hecho en menos tiempo? Muy probablemente.
¿La duración tanto de una hora por capitulo como la del número de episodios sea probablemente una imposición de la cadena? También muy probable.
Pero si lo analizo fríamente, el personaje principal no se suicida en un impulso o en un arrebato, lo hace porque tiene la sensación de que ya no puede más, que no le queda nada por lo que seguir.
La serie pide paciencia al espectador, le pide que se quede hasta el final y al igual que Tony a Clay durante todo el metraje, que ESCUCHE.
Hanna tiene una historia que contar, tiene 13 razones para suicidarse. Algunas nos parecerán más significativas que otras, pero son sus razones y nos pide que las escuchemos y las tengamos en cuenta. No que las juzguemos.

4) Porque esta escena, que poderosísima.
 
Escuche la versión que hace Selena Gomez de la canción only you del grupo Yazoo antes de terminar la serie. Y no me resultó significativa.
Entonces vi el episodio 13 y el lugar en el que la habían colocado y la canción adquirió una nueva dimensión.
Estuve varios días escuchándola en bucle.
Porque representa un nuevo comienzo para el protagonista, porque da aire después de los tres capítulos anteriores que son muy angustiosos.
Y porque cimienta ese el final en un coche rojo con un amigo conduciendo y con una chica sentada en la parte trasera. Por fin Clay viaja hacia su futuro.

5) Porque no idealiza la adolescencia y trata de dar una amplia gama de personajes.
Nadie se comunica en POR TRECE RAZONES. Por eso la idea de que Hanna deje unas cintas para que la gente las escuche me resulta tan poderosa, es un puñetazo en la mesa para que por fin oigan lo que tiene que decir. Sí, es una revancha, están hechas desde el odio y la rabia, pero es su verdad y es el momento de escucharla.
En la serie los padres no entienden a los hijos, no saben lo que les pasa. Incluso los padres de Clay el protagonista, que son retratados como padres modernos que tratan de hablar con su hijo, que imponen la rutina de desayunar juntos para tener un espacio como familia, no consiguen llegar a él.
Parece una brecha insalvable y desde luego la serie no lo resuelve ¿pero y si nos sirviese como punto de partida para escuchar a unos adolescente hablar sobre ellos, sobre su vida en el instituto, sobre sus relaciones?
Incluso el orientador del colegio está tan superado por su situación personal que en el punto más importante para Hanna no solo no llega a comunicarse con ella (no hablemos ya en que no consigue ayudarla) sino que le hace JUSTAMENTE las preguntas que nunca hay que hacerle a una persona que ha sufrido una agresión sexual  -¿dijiste que no? ¿ le pediste que se detuviera? ¿estás segura de que te obligó?.
La serie pone sobre la mesa diferentes adolescentes, diferentes tipos de padres y diferentes tipos de relaciones. Y se sienten reales.
Frente a series de adolescentes totalmente estereotipados, jóvenes escritos por adultos que idealizan una/esta etapa de la vida como si fuese el jardín del edén, POR TRECE RAZONES escarba y habla de los grandes conflictos de una edad que en la actualidad les exige como mínimo ser virales.

6) Porque hay un gran trabajo en la dirección, el guion y en los actores
Porque los dos primeros episodios están dirigidos por Tom McCarthy, el director que me regaló en 2015 la película Spotlight, y del cual me interesa todo lo que haga.
Porque el resto de la dirección también es buena, al servicio de la historia y todos parecen tener claro que el tema que están tratando es lo suficientemente importante para hacerlo con contundencia.
No creo que caiga en ningún momento en sentimentalismos, la desgracia de unos padres que han perdido a su hija de una de las peores maneras posibles esta retratada en un segundo plano, importante pero dejando el foco fundamentalmente en el centro educativo, los estudiantes y las relaciones que se establecen en él.
Un instituto que no está interesado más que en tratar superficialmente el tema del suicidio (poniendo posters o flores) pero no llegar demasiado lejos, no sea que se manchen las manos.
Un microuniverso estudiantil con una clara intención de denunciar el acoso sea de la manera que sea, llena de referencias a la juventud actual pero con un lenguaje que los adultos podemos entender.
Y los actores están estupendos. Desde los más jóvenes hasta los adultos.
Mención especial para Dylan Christopher Minnette que lleva el peso de la trama sobre sus hombros y suyo es el reto de mostrar al espectador la evolución de Hanna, de su descubrimiento cinta a cinta de su parte en la historia y de como escuchando hasta el final consigue abrir una puerta al futuro.
También destacar a Justince Prentice que da piel a un personaje muy difícil dentro de la historia sin buscar agradar al espectador. No lo suaviza, no lo trata de humanizar ni convertirlo en más cercano, otro actor hubiese tratado de lucirse, él se entrega al personaje a fondo para retratar a Bryce.
Y el rostro de Katherine Langford que parece salido de un cuadro de Botticelli, es el rostro que Clay recordará siempre lleno de luz. Porque al ver la serie creo que la Hanna que conocemos es la que el joven recuerda, la que ella va explicando a través de las cintas y a la que él por fin va conociendo.

½) Porque ese final con tramas tan abiertas solo significaban que habría segunda temporada.
Por mucho que se haya hecho público hace apenas unos días, tal y como terminaba el episodio 13 solo podía significar que Netflix ya barajaba la idea de que hubiese una continuación.
La presencia en la producción de la super estrella adolescente Selena Gomez entiendo que le daba a la cadena cierta idea de que el proyecto podía triunfar y siempre dejaron la puerta abierta a una segunda parte, tras el enorme éxito conseguido....ya no había dudas para darle luz verde.

Si había espacio para seguir con la historia, si había todavía cosas que contar sobre ella……no lo sabremos hasta que se emitan la próxima tanda de episodios.

Claro que tiene errores y fallos, POR TRECE RAZONES no es perfecta, pero su fuerza está en lo que cuenta y en como lo cuenta. En las cintas que Hanna deja y en como cada uno de los que la recibe decide afrontarlo.
Y una frase demoledora____________ BIENVENIDO A TU CINTA.

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