sábado, 8 de abril de 2017

Teatro: Cervantina ( de Yayo Cáceres) ________ Carta de amor a RON LALÁ.


Como es esto del enamoramiento. Una no sabe ni cuando ni como le llega. Tampoco por qué. No hay razones obvias ni muy explicables de porque justo le ocurre en un momento y no en otro.
Hace unos años ( que más da el número, ya son unos cuantos) me senté en un pequeño teatro de Vitoria a ver vuestra obra Siglo de oro, siglo de ahora.
Debo confesar que no sabía quienes erais, solo sé que fui porque mi acompañante me dijo que había oído muy buenas criticas de vuestra obra, y como soy fácil de convencer y no hay plan que más me pueda gustar que ir al teatro un viernes por la noche.....allí me senté sin saber lo que estaba a punto de ocurrir.
Puede que fuese por la época que estaba viviendo, en la que el teatro estaba adquiriendo un lugar en mi vida que durante años me había negado a darle, o porque no esperaba reírme tanto con una obra que hablase desde los textos clásicos....lo cierto es que aquel día marco un antes y un después para mi.
Recuerdo perfectamente con quien fui a veros esa noche, la sensación de salir subida a una nube y de la alegría que habíais inoculado a mi organismo para siempre.
Cada vez que recuerdo aquella obra y aquella noche, lo haga con una sonrisa.
Siglo de oro, siglo de ahora fue mi flechazo.
Pero ¿ como era posible que me gustase tanto un grupo que crea todo alrededor de las obras clásicas de Cervantes y en las que se declamaba en verso? ¿ No se suponía que yo abogaba por el teatro de vanguardia y moderno que busque nuevos horizontes?
Que engreimiento el mío.
Tiempo después llego En un lugar del Quijote. Otra vez en ese pequeño teatro vitoriano llamado Ibaiondo.
Esta vez con tantos acompañantes que podíamos llenar un mini bus, un adolescente incluido entre nuestras filas porque sabía que iba a serle una experiencia útil acercarse al Quijote a través de un teatro dinámico y con muchas ganas de enseñar disfrutando.
Y entonces lo entendí.
Entendí que los textos clásicos en manos de personas con un gran talento y muy inteligentes podría ser más modernos y rompedores que cualquier obra actual.
Que había tenido muchos prejuicios con el verso no solo por desconocimiento, sino por mi propia limitación y que eso me había supuesto perderme a gran parte de los mejores.
Que para acércame al verso no podría hacerlo desde mi cabeza a mil por hora, que necesitaría pensar en lo que estoy escuchando, analizarlo y vivirlo desde la calma, no de tormenta constante siguiendo a la palabra.
Y eso ha sido gracias a vosotros, Ron Lalá.
En un lugar del Quijote fue el paso más allá tras el flechazo. Fue mi confirmación.
Desde esta segunda obra, he estado esperando el tercer acto de este enamoramiento. Una espera larga que he tenido que afrontar con paciencia y supliendo la tristeza con vuestros videos en YouTube.
La alegría que me invadió cuando supe que tenías nuevo trabajo no es comparable a casi nada, y el pánico que sufrí cuando vi que Vitoria no acababa de salir en vuestra gira no se lo deseo a nadie.
Pero esta noche nos hemos reencontrado.
Y ha sido el afianzamiento.
Con vuestro universo, con vuestro acercamiento a Cervantes esta vez más allá del Quijote, con vuestra subversión desde lo clásico.
Cervantina es todo lo que esperaba y más.
Es la más madura, la más meditada y trabajada de todas vuestras obras. La más minimalista puesta en escena, para apostar por el ritmo en los textos menos conocidos del manco de Lepanto.
Me produce alegría saber que los años, como al vino, os está haciendo mejores. No creí que fuese posible, sobretodo sin renunciar a lo que es vuestra esencia.
5 actores, Cervantes, música y canciones en directo. Cuatro ingredientes que son vuestra base y por lo que yo sentí el flechazo por primera vez.
Cervantina es toda una demostración de lo que es tener el talento de base y hacerlo volar con magia.  Es saber cantar, actuar y tocar cualquier instrumento (uno de vosotros ha llegado a tocar seis en directo desde el escenario...
y rociarlo con un humor inteligente.
En vuestro teatro hay siempre una reivindicación de la historia, de la risa como cura, de la memoria como prevención de los grandes males, de la inteligencia como única forma de luchar contra lo terrible y de la cultura como cura.
Sois maestros sin dogmatismos y libres sin las ataduras de la exigencia. Sois auténticos en un mundo de selfies... Y MI GRAN AMOR TEATRAL.
El teatro es afortunado por tener entre sus filas una compañía como Ron Lalá, los espectadores tenemos la responsabilidad de que puedan seguir durante los próximos años trabajando, acudiendo a sus obras....y yo esperar la cuarta parte de este enamoramiento que con cada obra va a más.
Hasta pronto,  en un mundo en el que conseguís que salgamos del teatro deseando leer a Cervantes.
Nos vemos en el camino y desde el corazón.

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