sábado, 25 de febrero de 2017

Cine: desde Manchester frente al mar ( de Kenneth Lonergan) hasta La La Land ( de Damien Chazelle)

Las fortalezas de Manchester frente al mar: SUS PEQUEÑOS Y DELICADOS DETALLES.
Su guion, su dirección, el trabajo de Casey Affleck en un personaje que se mete dentro del espectador, el hermano, todos los actores, lo que cuenta y como lo cuenta.
Sus atardeceres, su nieve, su frio.....y todos y cada uno de sus pequeños gestos.
El momento de Manchester frente al mar: Hay tantos... pero me quedo con el reencuentro fortuito en la calle entre Lee ( Affleck) y Randi (Williams). A partir de ahí despega el final.

La frase de Manchester frente al mar: - Estoy buscando un piso con dos habitaciones. Lee.

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Las fortalezas de La la land: Su música, sus colores, la canción City of stars. Emma Stone consigue con su carisma y talento que se nos olvide lo insustancial que es su personaje, su homenaje al cine musical.
El momento de La la land: Tras reencontrarse en la fiesta, Sebastián acompaña al coche a Mia y se marcan un precioso número musical en las colinas de Los Ángeles con el atardecer naranja de fondo.
Dentro de 48 horas, en la entrega de los premios Oscar, La la Land se va a proclamar gran ganadora de la ceremonia si ningún cataclismo, ciclón, anticiclón, borrasca o nevada paralizante lo impide.
La cinta de Damien Chazelle es la película que Hollywood llevaba esperando desde hace tiempo o por lo menos con la que llevaba soñando desde hace largo.
Música, dos estrellas carismáticas con buena química que cantan en y a la ciudad de Los Ángeles y sueños que se cumplen con una historia de amor de esas que dejan a la audiencia con el pañuelo lleno de lágrimas.
El publico además ha respondido muy bien en taquilla, por lo que consagrar a  La la land en los premios cinematográficos más importantes de Estados Unidos, supone para la industria una guinda al pastel. Se promocionan a si mismos en una película que les homenajea sin ninguna crítica, encumbran a un director de 32 años al que se le augura una carrera impresionante por delante y que además se convertirá el 26 de febrero en el más joven en llevarse el premio en la categoría de dirección.
Mi problema con La la land es que desde el primer momento me la vendieron como LA PELICULA, como esa historia que marcaría una época, una cinta que estaba destinada a ser un clásico instantáneo, la película homenaje definitiva.
Y va a ser que no.
( Cabe destacar que muchas de las personas que han dicho o escrito grandezas sobre La la land, fueron los que en el 2011 masacraron a The artist de Michel Hazanavicius, curioso como mínimo)
Mi experiencia con ella ha sido de pasatiempo.
He disfrutado con ella como un recreo de dos horas, me ha fascinado de la misma manera que lo hacían los fuegos artificiales de fiestas de Vitoria en agosto, cuando íbamos al monte de la tortilla a verlos mientras bebíamos calimocho, algo bonito, brillante....y efímero.
Evidentemente que tras los premios de este domingo, la película pasará a la historia porque va a ganar unos cuantos Oscar ( la incógnita a estas horas es cuántos) y hablaremos más de ella ( como si lo hubiésemos hecho poco hasta ahora) y parecerá que no haberla visto es un pecado capital.
La la land ha conseguido que vaya al cine gente que no había visto un musical en su vida, lo cual tiene mucho mérito, y a movilizado gente de todas las edades.
Y sobretodo se ha beneficiado de una campaña brutal de publicidad en la que no se cuestionaba ni un pelo de la película porque parecía herejía y en la que como todo el mundo parecía salir contento del cine, no se iba a discutir nada por si escapaba la magia.
Escuché a una persona decir que La la land no le gustaría a las personas cínicas y curiosamente cuando salí del cine pensé en lo tremendamente cínico que era su final.
ATENCIÓN SPOILER: Al fin y al cabo el mensaje final de La la land es que no se puede tener todo en la vida, o los sueños o el gran amor, pero en algún momento hay que renunciar a algo y que un error es difícilmente enmendable. Pero eeeeeeeeeeee que has conseguido tus sueños ¿y que hay mejor que eso?.
De lo que no se hablará mucho o casi nada es que La la land no ganará el Oscar a mejor guion original. Si no hay ningún sobresalto inesperado ( y como lo haya, va a arder Troya) el premio se lo llevará la película Manchester frente al mar.
¿ Es posible ser la mejor película del año si no tienes el mejor guion? Es le pregunta de todos los años...
El año pasado la academia dijo que NO. Con un solo Oscar a mejor guion original, la película Spotlight de Thomas McCarthy se llevo el premio gordo de la noche.
Este año parece que la respuesta va a ser SI.
Con los premios en canción, música, muy probablemente actriz y director van a serle suficientes a la película para llevarse el gato al agua.
Lo bueno de que parta como favorita es que personalmente veré la recta final de la gala sin sobresaltos, sabiendo lo que hay y porque lo hay.
Pero ese no es el punto importante. Lo verdaderamente crucial, está en que La la land es una película inferior a Moonlight y bastante más inferior que Manchester frente al mar.
La película musical de Chazelle es todo música, brillo, color y baile. Es como ver fuegos artificiales,  te quedas hipnotizado por los colores, por el brillo, por el ruido...pero una vez que se acaba, ya no hay más.
Es un guion muy superficial.
Pero como diría una amiga mía, ¿ Que hay de malo ser en superficial? Es mucho más divertido...
Totalmente cierto. Es más, que buenas son esas historias que no se toman en serio a si mismas, que son entretenidas sin buscar dar lecciones.
Pero es que la película no quiere ser superficial. Quiere trascender, homenajear para entrar a formar parte de esas películas clásicas antiguas, tener aroma a clásico. Tan ensimismado está Chazelle en eso que los personajes secundarios no son nada y el guion queda absolutamente desdibujado.
Todo lo contrario que la película de Kenneth Lonergan.
Cojamos por ejemplo a dos de sus personajes femeninos. Por un lado está Emma Stone como protagonista de La la land  y por otro Michelle Williams como secundaria en Manchester frente al mar.
Stone sale en el 90% de la película Williams sale en apenas cinco escenas. Y una vez vistas las dos películas, tengo la sensación de que la Randi de Williams es muchísimo más compleja, tiene un recorrido más rico y que conozco mucho mejor al personaje a pesar de salir tan pocas veces, que a la Mia de Stone.
La la land esconde en todo su brilli-brilli unos cuantos defectos, y uno de los principales es que su personaje protagonista es muy endeble.
Mia quiere ser actriz, vale. No sabemos muy bien que tipo de actriz, pero el gran sueño de su vida es conseguir ser una de esas actrices que veía en el cine de su pueblo cuando era pequeña. Muy difuso.
No vamos a indagar más en ello, no vaya a ser que Chazelle nos cante un City of stars para justificarlo todo. 
Mia escribirá una obra de teatro que acabará siendo su pasaporte hacia el éxito, pero de esa obra de teatro, tampoco sabremos más qué que se desarrolla en Paris.
Del sueño del personaje de Ryan Gosling en cambio, vamos a saberlo casi todo. Como es el bar con el que sueña, como se va a llamar, el tipo de música que van a tocar, cual son sus ídolos, porque decide venderse a la industria...
De Mia  vemos al final su rostro en un cartel de cine, intuimos que se ha convertido en una estrella....pero ayyyy....esto no equivale a ser actriz. Es otra cosa. Hay actrices y estrellas. Algunas veces van de la mano, otras no. ¿El personaje de Emma Stone? No lo sabremos nunca.
La la land reduce su todo a un logro de sueños naif, en el que lo importante es conseguirlo. Da igual el como y lo que se quede en el camino, incluso los esfuerzos del triunfo nos los ahorra, solo lo complicado que es el principio...pero después...es perfecto porque se han cumplido.
Eso no impidió que me dejase llevar con su música, con sus bailes, porque de vez en cuando me gusta soñar con atardeceres largos anaranjados bailando claque.
Este post sería muy diferente si no estuviesen involucrados los premios.
Y si no estuviese frente a Manchester frente al mar.
Porque la película de Kenneth Lonergan es todo lo opuesto a la película de Chazelle.
Frente a los fuegos artificiales de La la land, Manchester frente al mar es inteligente, sobria y profunda.
El trabajo que hace sobre los sentimientos de duelo, perdida, vergüenza y culpa es magistral. Su guion es un perfecta construcción entre el pasado y el presente de su protagonista.
Un hombre al que pone alma, corazón, miradas y carne un Casey Affleck al que deseas que su trabajo en la película no haya llevado a una depresión postrodaje, por el grado de implicación que trasluce su actuación.
La vuelta de este Lee a su Manchester by the sea natal para hacerse cargo de todas las consecuencias de la muerte de su hermano, podría haber sido un simple telefilm de sobremesa de esos que pasan a las cuatro por antena 3 los sábados.
Pero la grandeza de los grandes guiones y los buenos directores es que historias como esta, pueden pasar de ser un simple popurri dramático a ser un retrato de las emociones humanas más complejas.
Lo que le ocurre a Lee es una de las peores cosas que pueden pasarle a un ser humano, pero el modo de tratarlo no es tanto lo que le ha ocurrido sino las consecuencias que ha tendido en su vida. Un momento, un instante ha sido suficiente para cambiarle no solo la vida, sino a él como persona.
Hay muchas cosas que adoro de esta película, pero sobre todas ellas está el tratamiento que hace de las consecuencias de la tragedia.
Frente a historia con finales felices, con mensajes buenrollistas que obligan a la gente a ser feliz ocurra lo que ocurra, Manchester frente al mar solo abre al final una ventana para que Lee pueda respirar. No nos va a colar su milagrosa curación, ni la recomposición de todas sus relaciones por arte de magia sino que va a ser un desarrollo natural y acorde al inmenso dolor que arrastra este hombre. Un simple paseo con su sobrino jugando con una pelota o pescando en el barco de su hermano...a veces ese es hilo que puede volver a coser un corazón destrozado.
Y enlazado a ese maravilloso guion que como un preciso cirujano disecciona los sentimientos, los actores están milimétricamente ajustados a sus diferentes personajes.
Del trabajo de Casey Affleck me gustaría hablar la semana que viene cuando gane el Oscar ( Denzel ni te atrevas a quitárselo), pero quiero destacar ahora a tres de sus protagonistas que orbitan alrededor de ese Lee a la deriva y que tiene una entidad tan propia que podrías describirlos meticulosamente de lo complejos que son .
Primero el sobrino adolescente, un Lucas Hedges que le da al personaje de Patrick toda la vida de un chico adolescente, que no sabe como agarrarse a la vida que ha conocido, ahora que su padre a muerto y que siente que nadie quiere encargarse de él. Todo rodeado del egoísmo de unos quince años atípicos, reclamando a su tío más ayuda cuando este se ha convertido en su chofer particular entre otras cosas, o siendo incapaz de quedarse solo porque cuando lo hace se viene abajo. La nominación al Oscar como mejor actor secundario era lógica y necesaria ya que Lee y Patrick SON la película, es el viaje de los dos.
Segundo Michelle Williams que vuelve a demostrar los pocos minutos que le hacen falta para insuflar vida a un personaje pequeño pero fundamental .....y bordarlo.
Cinco escenas, CINCO, para crear una Randi inolvidable. Su nominación al Oscar no solo es justa, es que su triunfo sería perfecto.
Tercero Kyle Chandler, el único del cuarteto no nominado, que es el centro sin estar en el presente y clave del pasado. Un personaje tierno, que se adivina buenísima persona, que deja un hueco insustituible en la familia pero que servirá de hilo de unión entre sobrino y tío.
Hay que ser un actor muy generoso para saber cual es tu puesto en una película como esta, saber que eres el detonador y no la llama, pero que uno no existiría sin el otro.
Por todos los pequeños detalles, por la belleza de sus imágenes, por sus fascinantes interpretaciones, por el tratamiento que hace de la tragedia, por ser tan orgánica en su desarrollo y no haya nada forzado, por el barco, por los abrazos, por los te quieros dichos con el corazón roto,  por los pollos congelados que provocan crisis de pánico, por los tres portarretratos en los que no vemos las fotos, por las habitaciones que son realmente cárceles, por las cervezas en bares que provocan peleas, por las gaviotas que vuelan lejos, por los hermanos mayores que abrazan cuando el hermano pequeño se muda porque ya no puede más, por guardar las manos en los bolsillos cuando te dicen que tu hermano a muerto y la enfermera trata de tocarte, por la frase podríamos dejarlo en este coche que es igual que el congelador de la morgue y encima sería más barato, pero sobre todo por este momento....
Gracias KENNETH LONERGAN por esta historia, gracias por tu guion y gracias por tu dirección...pero sobretodo, gracias por este PELICULÓN.
Cuando fui al cine las dos películas consiguieron llevarme hasta las lágrimas, las dos por razones muy diferentes.
La la land lo hizo con su música, apelando a sentimientos cuasi adolescentes de " lo más importante en la vida es seguir a tus sueños", por buscar con ese final el recuerdo de todo aquello que pudo haber sido y no fue, o de personas que se fueron aunque la historia no estaba aun terminada.
Manchester frente al mar lo hace desde la madurez, desde la historias de sentimientos complejos pero intenciones honestas, desde la adulta que entiende que un error puede destrozarte la vida, desde la dificultad de conseguir asumir las consecuencias de nuestros actos y de finales que como en las buenas historias, las más reales y profundas, terminan con pisos de dos habitaciones.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo Los sentimientos en Manchester son complejos pero reales mientras que en LA ciudad de las estrellas vete a saber....

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  2. Totalmente de acuerdo Los sentimientos en Manchester son complejos pero reales mientras que en LA ciudad de las estrellas vete a saber....

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