domingo, 25 de diciembre de 2016

La perla, el bronce y la bisutería del chino de NAVIDAD.


La época navideña es una de mis favoritas del año. Entiendo a las personas a las que nos les gustan estas fiestas, lo mismo me ocurre a mi con el verano.
Como vivo en una ciudad lejos de mi familia, desde nochebuena hasta el día de reyes son los días en los que consigo verles a casi todos en un mismo lugar. En París o en Santander.
Como en el anuncio del turrón del almendro, es la época de los reencuentros.
La primera parte de estos días empiezan en Paris.
Y como son ya muchos años por la capital gala, tengo en estos días un montón de tradiciones.
Desde cenar en casa de mis primos todas las nochebuenas desde hace más de quince años, hasta ver con mi prima Claire en casa de mi abuela toda la saga de Sissi Emperatriz, mis navidades están llenas de recuerdos que se repiten una y otra vez.
Navidades en las veíamos las tres películas protagonizadas por Romy Schneider del tirón, que me parecía la mujer más bella de todo el mundo mundial cuando era una niña.
Aquella historia de amor con Francisco José, aquellos paisajes de Baviera, aquellos vestidos... todo resultaba fascinante a mis ojos de niña.
Pues si...todos tenemos un pasado. Era una niña, una bastante ñoña de hecho. Lo bueno que saque de aquella época es que a parte de saber que la saga de Sissi se pasaba por el arco del triunfo la verdadera Historia de la emperatriz de Austria, fue una verdadera alergia a las historias almibaradas, la verdad es que no me gustan la gran mayoría de las comedias románticas (y ni nombremos a Ghost o Pretty Woman).
Este año estoy un poco disgustada porque la tradición de que la familia que vive en el último piso del edificio que esta frente al de mi abuela encienda luces de navidad de todos los colores y en cantidades innumerables, no se ha cumplido.
Puede que por primera vez en años se hayan marchado fuera.
Como estas navidades estoy en París, lo mejor, lo regular y lo peor de la semana van a tener que ver con la ficción francesa.

LA PERLA DE LA NAVIDAD:
Esta soy yo entrando antes de ayer a ver la obra de teatro Acting en el Bouffes-Parisiens.
Es lo que tiene poder ver sobre las tablas a mi actor favorito de todo el mundo, Niels Arestrup. Que me dan ganas de saltar.
He hecho coincidir ver la obra en la que trabaja Arestrup con la serie que ha protagonizado este año  para Canal + llamada Baron Noir.




La critica a las dos la hare en el próximo post, que me permite así hacer un cara a cara entre el actor y su compañero Kad Merad.
Eso si... un adelanto nada sorprendente. A más veo trabajar a Niels ya sea en cine, televisión y muy especialmente en teatro, más crece mi admiración y mi amor por él.
Para mi está él y luego el resto. ESTE SEÑOR ES LO MÁS.

EL BRONCE DE LA NAVIDAD:
Hace dos domingos ponía en lo peor de la semana la falta de información por parte de Canal + Francia sobre la sexta temporada de la serie Engranges.
Bien, parece ser que mis quejas han sido escuchadas y el 23 de diciembre decidían sacar a través de la página web de plus de series un adelanto.


La alegría del principio va dando paso a la sensación de que nos ha puesto, como a los burros, una zanahoria frente a nosotros para que no veamos lo que pasa alrededor.
Es bueno saber algo nuevo de la serie...pero seguimos teniendo un problema serio, NO LA ESTAIS EMITIENDO! Y ni siquiera tenemos una nueva fecha en la que apoyarnos.
Es desesperante.

LA BISUTERÍA DEL CHINO DE LA NAVIDAD:
Otra tradición familiar del 25 de Diciembre. Ir al cine con mi familia.
Puede que París sea enorme, una ciudad en la que pasa de todo, en la que el movimiento sea continuo, pero el 25 parece que todo se pone en PAUSE.
Todo entra en una cadencia casi de caracol...menos en las salas de cine que están llenas. Con mi familia y conmigo dentro.
Siempre buscamos algo ligero, comedia si es posible. Este año ha tocado Demain tout commence de Hugo Gelin protagonizada por Omar Sy.
No tengo ni espacio ( ni ganas) de valorar la película. He entendido que la película consigue lo que busca cuando al encenderse las luces he visto a la gente con los pañuelos en la mano y los ojos llenos de lágrimas. Y Omar Sy puede que actor, lo que se dice bueno actor, no sea, pero su carisma es innegable.
Lo que no quiero ni puedo dejar pasar es el personaje femenino de la película, el de la madre interpretada por Clemence Poesy.
Estoy hasta las narices de personajes de mujeres mal escritos. Personajes femeninos que solo sirven para dar propósito, consolar o inspirar al personaje principal masculino.
Pere la madre kristin de esta película se lleva el premio gordo, porque de manera muy sutil nos cuelan a una de mujeres más cabronas que he visto en el cine en los últimos meses.
El problema no es que hablemos de una madre abandona a su hija de tres meses con un completo desconocido sin dar ningún tipo de explicación. Como siempre espero lo mejor de los guionistas, pienso que ya me explicaran más adelante que motivaciones ha tenido esta Kristin para hacer lo que hace. 
Pero no, resulta que cuando vuelve a mitad de película cuando y han pasado ocho años en la historia, su única explicación es decir que se agobió y que sabía que iba a ser una mala madre y que lo mejor era dejar al bebe con un señor que esta todo el día de fiesta, mujeriego y con un trabajo nocturno porque sabía que iba a ser un buen padre. 
Decido respirar profundo. Al fin y al cabo no nos han engañado diciendo que la película es ante todo un vehículo de lucimiento para Omar Sy. Así que se trata de que la chica quede como una descerebrada para que el protagonista crezca.
Pero la cosa sigue, en un momento tipo No sin mi hija ( película de Brian Gilbert con Sally Field) la chica decide que a pesar de conocer poco a la niña, de que esta vive en Londres y ella en Nueva York, tiene que ir a juicio para conseguir la custodia compartida. Lo que supondría que la menor viviría temporadas en dos ciudades separadas por un océano...
Cuando el juzgado da la razón al padre ( atención que a partir de aquí hay SPOILERS) ella, que ha perdido el litigio y no le quedan balas en la recamara, decide pedir una prueba de paternidad.
La que obviamente le da la razón ( porque ella sabía que había alguna posibilidad de que el personaje de Omar Sy no fuese el padre, cosa que ha negado con anterioridad en la cinta) y así, pesar de que la niña no quiere, puede llevársela.
Llegados este punto, estoy tan enfadada con la historia que el final me da igual . Estoy tan harta de personajes femeninos incoherentes, con motivaciones del chino, egoístas en sus acciones que pienso en como es posible en que nadie les haya dicho a cualquiera de los tres guionistas ( hombres para puntualizar) que necesitaban trabajar mucho más toda esta parte porque resulta insultante, y en como una actriz como Clémence Poésy debería haberse negado a hacer algo así.
Es fácil distinguir una madre compleja con motivaciones reales y lógicas, de una caricatura que solo pretende dejar bien al protagonista.
Lo dicho, ESTOY HARTA de este tipo de basura.
Hasta aquí la navidad, ahora a por la nochevieja.
Animo para quien odie esta época del año....
Y felices fiestas para quienes les gusten, sois de los míos!

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