El primer capitulo de la tercera temporada se centra únicamente en los dos personajes que sabemos sobrevivieron fijo a la carnicería del final de la segunda temporada. El propio Hannibal y la inquietante Bedelia Du Maurier.
El resto de los personajes ( entendemos que como mínimo Will también habrá sobrevivido) tendremos que esperar al segundo episodio para saber su destino.
Pero honestamente, este inicio de temporada no necesita más que a Hannibal y a Bedelia para ser perfecto. La dinámica entre ellos, su relación, su confianza, su oscuridad... todo está en los 40 minutos que dura el episodio.
Así que no podría ser de otra manera, mi MVP de series de esta semana va para:
Gillian Anderson por Bedelia du Maurier en Hannibal.
Podría haber elegido a Mads Mikkelsen ( a este hombre podría elegirlo siempre, aunque apareciese haciendo de lámpara en una película de Stallone) pero es que a su Hannibal lo pondré de MVP, estoy convencida de ello, durante muchas semanas a partir de ahora.
Así que me quedo con Gillian, que se que a Mads no le va a importar.
Ver a Hannibal y a Bedelia interactuar juntos es como degustar el mejor plato en el mejor restaurante, una delicia que tienes que paladear bocado a bocado.
Sus diálogos son exquisitos, llenos de dobles significados, y muchas veces son como puñales que se tiran para hacerse daño donde más duele.
Al finalizar la segunda temporada descubrimos que el caníbal huía con la que había sido su psiquiatra en un avión rumbo a lo desconocido. Algo que nos dejaba estupefactos como espectadores ya que la propia Bedelia había confesado su miedo a Hannibal frente al inspector Jack.
No sabíamos si la fría psiquiatra huía con su ex paciente por miedo, cómplice o ambas.
Y la tercer temporada empieza indagando en ello. Durante este primer episodio, descubriremos las tretas con las que Hannibal ha estado manipulando a Bedelia. Como, de manera sutil, la ha hecho sentir más culpable todavía de lo que ya se sentía por el asesinato de un paciente, que todo sea dicho, el había manipulado a su vez para que la atacara.
Pero aquí esta lo maravilloso de esta serie, nada es tan simple. Y todo es interpretable.
Porque Bedelia es una mujer extremadamente inteligente. No es una mujer simple y sencilla ( me rio yo de muchas actrices que hablan de interpretar personajes tridimensionales, no han conocido a Bedelia, que probablemente sea cuatridimensional, si es que eso existe) es una mujer que ha elegido estar donde está. Me niego a pensar que es solo una victima de Hannibal, un perrito que sigue a su amo.No.
Bedelia es compleja, y creo que una parte de ella admira y se siente extremadamente atraída por Hannibal. Por su oscuridad, su canibalismo, su inteligencia.
Ella sabe que él la manipula, sabe en su parte más consciente que es un ser terrorífico, imprevisible y que puede matarla en cualquier momento. Pero se queda en el juego, y creo que le gusta el juego. Mucho.
Lo maravilloso del trabajo de Gillian es que en este capitulo toda esa ambigüedad queda perfectamente interpretada. Como espectadora no puedo más que sentir lo mismo que siente ella por ese hombre.
Terror, atracción, miedo, admiración, enfado, necesidad de huir. Todo junto.
El trabajo de Anderson sumado a un guión fascinante hace que el espectador se sienta frente a un espejo cuando aparece el personaje de Du Maurier.
Solo que sin su maravilloso rostro, sin su maravillosa ropa ni su exquisito vino. En eso nos lleva mil años de ventaja...
Y como bien le plantea Hannibal al final del capitulo va a tener que elegir. Entre observar o participar. Tendrá que decidir si esta con o fuera. Si su curiosidad y su moralidad están del lado de la justicia o si elige la estética de Hannibal.
El momento en el que se sienta en la estación a tren es una escena poderosa, porque puede interpretarse de dos maneras.
Una como un intento de Bedelia de la que descubran y la saquen de esa historia tan peligrosa en la que está metida.
La otra interpretación ( que es con la que yo elijo) es que le gusta acercarse al filo tanto como a Hannibal, y en el fondo le gusta jugar con la posibilidad de que la descubran. Le gusta la sensación de peligro tanto como a él.
Por todo esto ella es la mejor de la semana. Y se abre ante nosotros como espectadores toda una temporada para descubrir si Bedelia du Maurier se queda bailando con Hannibal
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