lunes, 13 de noviembre de 2017

La mitad del camino del festival de teatro de Vitoria-Gasteiz.

A mitad de festival de teatro de esta pequeña ciudad del mundo llamada Vitoria, es hora de hacer un pequeño repaso de lo mejor que ha pasado por las tablas del Principal.
Una obra de teatro, un actor y una actriz para empezar. En un par de semanas cerraremos las puertas hasta navidades pero queda otro año más el riesgo por hacer algo diferente y la energía que solo el teatro es capaz de dar.

- Sueño ( de Andrés Lima):
Lo mejor de mi mejor ficción de los últimos meses.
Se me puede acusar de falta de objetividad en todo lo relacionado al trabajo de Andrés Limay es que no hay ningún director o autor teatral español con el que sintonice mejor que con él.
Desde los tiempos del grupo Animalario, Lima consigue abrirme la mente y mi imaginación en cada una de sus obras.
Cada vez que me siento en una butaca a ver su teatro nunca se lo que esperar y siempre consigue sorprenderme y removerme.
Valiente, surrealista y algo provocador Andrés decide en este SUEÑO adentrarse en los últimos días de la vida de su padre que vivía en una residencia, entrelazándola con los saltos del protagonista al delirio que le lleva a imaginarse en SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO de Shakespeare.
Aquí no hay héroes ni princesas, solo el exorcismo de un hijo ( el guion es del propio Lima) que hace no mucho perdió a su progenitor al que trató de acompañar en sus últimos de locura nadando en alcohol y demencia.
Si el surrealismo es el respiradero a la trágica realidad que representa y un golpe a la apatía del espectador, lo que mejor funciona en la obra es la relación del padre con el hijo. Una fantástica Nathalie Poza encarna al alter ego del director ( si querido Javeir Marías, es una magnifica actriz haciendo de hombre, lo que más te gusta ver sobre las tablas) que interpela al espectador hablando directamente al patio de butacas para que le acompañe en ese duro final.
Pero no hay que esperar sentimentalismos o lágrimas en SUEÑO, Andrés no contempla esto ni en los momentos finales, su adiós lo escribe desde el cariño a este hombre caótico, enfermo pero magnético y seductor al que la vida se le va a tragos y entre recuerdos de amores pasados.
Nathalie es la última superviviente de aquella genialidad llamada Animalario y sigue ligada al universo de Lima que saca lo mejor de ella cada vez que trabajan juntos, convirtiéndola en alter ego y musa indispensable.
En este caso concreto le ofrece la posibilidad de dar emoción a uno de los momentos más difíciles de su vida dentro de la obra más personal de mi director de teatro más IMPORTANTE.

- Juan Echonove ( en Sueños de Gerardo Vera):
Y como parece que este ha sido el Festival de teatro de los sueños, tuvimos a Juan Echanove haciendo de Francisco de Quevedo en SUEÑOS de Gerardo Vera.
En este caso el surrealismo y el delirio no está tan logrado como en la obra de Lima, pero lo que es incontestable es el portentoso trabajo de su protagonista.
Como los años no pasan en balde, hemos tomado la decisión de bajar del anfiteatro al patio de butacas ahora que vamos acercándonos a los 40.
Lo bueno de este cambio de lugar es que se puede ver mucho mejor cada detalle que ocurre sobre el escenario.
Por eso ha sido tan fascinante ver al viejo Quevedo de Echanove, que parece entrar literalmente en trance sobre las tablas.
Hay veces que se tiene la fortuna de ver buenos intérpretes en el teatro, en ciertas ocasiones actores y actrices extraordinarios y en privilegiadas ocasiones interpretes en estado de gracia.
Echanove ( al que la serie Cuéntame despidió sin ningún miramiento matando a su personaje) ha encontrado en el teatro los personajes a la altura de su descomunal talento que parecen negarle en cine y TV.
En esta obra se entrega de tal manera que como espectadora podías notar como temblaba o perdía la mirada en cada uno de sus gestos sin perder nunca la concentración.
De manera silenciosa y discreta este actor está llegando a un punto de su carrera en la que es un verdadero privilegio verle sobre las tablas, de esas ocasiones en las que dentro de unos años tendré el orgullo de decir que tuve la suerte de verlo en directo.

- Belén Cuesta ( en Los universos paralelos de David Serrano):

Este es el año de Belén, y si nada se tuerce es más que probable que en unos meses se lleve a su casa el Goya a mejor actriz secundaria.
La joven actriz por fin ha conseguido que se popularice su rostro gracias a la película La Llamada y la obra de teatro Los universos paralelos.
Aunque la obra de teatro tiene ciertos saltos temporales un tanto bruscos y cambios en las reacciones de sus personajes muy forzados, la ternura con la que se trata el duelo de una familia que ha perdido a un niño de 4 años en un accidente hace que la obra merezca la pena.
Sin ser la protagonista, Cuesta insufla vida y alegría a la pieza y cada una de sus apariciones es un despliegue de talento ante el patio de butacas.
Belén ha llegado para quedarse. Y nosotros nos sentaremos a disfrutarla.

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