sábado, 31 de diciembre de 2016

Las mejores tablas del 2016

Último día del año, uno de esos años intensos. El 2016 ha tenido de todo y para todos, y ha sido tan intenso que igual precisamente por eso el 2017 me suena tan bien.
Me suena bien a nivel cinematográfico porque dentro de menos de una semana se estrena la nueva película de Scorsese Silencio, porque el 13 del mismo mes llega la más que esperada La la land la ciudad de las estrellas y porque el 20 de Enero estrenan la película alemana que estoy deseando ver llamada Toni Erdmann. Y eso solo en el primer mes del 2017. Suena muy bien.....más que bien.
Y también me suena bien a nivel de series, porque en febrero se estrena el spin off de The good wife, The good fight la cual espero como los niños esperan las vacaciones de verano o en enero la serie de ese genial actor Tom Hardy llamada Taboo.
Pero eso lo dejo para la semana que viene, para repasar todo lo que esta por venir, de momento me relajo para acabar este 2016 tan intenso...
La nochevieja siempre es un buen momento para hacer un repaso de lo mejor que nos ha dado el año. Listas con lo mejor y lo peor que a mi me encanta leer de los demás, pero que al ir a hacerlas yo misma me quedo atascada. Me produce ansiedad.
Cuando he tratado de hacer un listado de películas o series del 2016 no he sabido por donde empezar, he empezado a confundir unas con otras, cosa que no me ocurre nunca, me han empezado a sudar las manos y dar vueltas la cabeza, por lo que he acabado mandando todo a freír espárragos.
Pero desde hace un par de días si han vuelto a mi cabeza las obras de teatro que más me han impresionado en este 2016. Con mucha fuerza además, recordando perfectamente cuales han sido las que más me impactaron en su momento, cuales he ido rumiando en mi cabeza con el paso de las semanas o aquellas que me dejaron clavada a la butaca.
¿ Y por qué me ha pasado? Porque he sido inmensamente feliz en el teatro este 2016. He disfrutado mucho de las series, enormemente del cine.....pero con el teatro ha sido perfecto.
Puede que haya coincido en un año con grandísimas obras sobre las tablas, porque he estado cada vez más interesada en ver trabajos cada vez más arriesgados con propuestas diferentes, o porque he conseguido cumplir sueños que tenía desde hace tiempo. La cuestión es que he tenido un maravilloso 2016 como espectadora de teatro.
Ha sido difícil hacer una lista, pero aquí están mis NUEVES mejores obras de 2016 colocadas en OCHO PUESTOS. No están todas las que son, pero si son todas las que están.

NÚMERO OCHO:

ACTING de Xavier Durringer.
A veces no es necesario más que tres actores sobre el escenario y una historia sencilla pero directa para que se produzca el buen teatro. Sobretodo si uno de esos tres actores es Niels Arestrup dando clases magistrales de interpretación y un Kad Merad en el papel de convicto que encuentra en las lecciones para ser actor, el destino de su vida.
Obra de teatro salpicada de humor que se ve con una sonrisa en la cara, sus mejores momentos son los dos en los que sus dos principales actores se ponen serios. Uno recitando a Hamlet, el otro despidiéndose de la vida con Maria Callas sonando en su último aliento. Un hombre que encuentra en el teatro y la cultura su futuro fuera de la cárcel, otro que descubre en la cárcel que el teatro y la cultura ya no pueden darle un futuro.
Lo voy a escribir una vez más, como quien escribe una carta de amor una y otra vez, Neils Arestrup es MI ACTOR.


NÚMERO SIETE:

EL REY de Alberto San Juan.
Estoy deseado ir a Madrid para conocer esa iniciativa llamada teatro del barrio. De momento me alegra que las programadoras de teatro vitorianas siguen siendo fieles a San Juan y traigan todos sus obras a Vitoria.
El rey es una parodia de la figura del rey emérito Juan Carlos y habla de su llegada al poder mediante caminos muy oscuros.
Satírica, transgresora, que ayuda a hacer pensar al espectador y sobretodo...LIBRE. Con la ley mordaza persiguiendo a cualquiera por decir lo que piensa, EL REY resulta un perla en un desierto.
San Juan  demostraba una vez más lo bueno que puede llegar a ser escribiendo, dirigiendo y actuando y de paso nos devolvía al Willy Toledo que queremos, el actor carismático y talentoso que trata de cambiar las cosas desde la cultura y la reflexión, no a través de twitter.

NUEMERO SEIS:

EL PADRE de José Carlos Plaza.

Ha sido la obra más desconcertante del año, y la que mejor se ha apoyado en su decorado para contar la historia.
Lo que ofrece José Carlos Plaza en este trabajo es ponernos en la mente de un hombre con alzhéimer y su progresivo deterioro para trasmitirnos la terrible angustia y desesperación del protagonista.
Con un Héctor Alterio tierno y conmovedor, me fascina la valentía de este actor para subirse a las tablas con un personaje tan difícil en una obra que desnuda una enfermedad terrible y durísima.
Pero además del gran trabajo de su actor principal, su segunda gran baza está en ese escenario que se va vaciando y desmontando a medida que la enfermedad avanza para que como espectadores intentemos comprender la desorientación de alguien con alzhéimer.
Cuando acaba la obra el frio se ha apoderado de nosotros como espectadores porque la obra ha conseguido su propósito, llevarnos a través de los oscuros recovecos de una mente con una enfermedad que no pierde el humor como timón. Aunque sea lo único que le quede.

NÚMERO CINCO:

EL JURADO de Andrés Lima.
No me cansaré nunca de repetir que Andrés Lima es mi director favorito de teatro. Hay otros que me apasionan igual que él, pero con Lima tengo una conexión especial, porque sus historias siempre me han llegado y porque gracias a él he sido capaz de traspasar prejuicios que ni yo misma sabía que tenía y porque siempre me ha resultado un director tremendamente innovador.
Con El jurado nos plantea la idea de una justicia corrompida y el precio que cada uno pone a su VERDAD. Con un grupo de actores totalmente ecléctico, donde destacan el siempre magnifico Víctor Clavijo y un estupendo Josean Bengoetxea, la dirección de arte vuelve a estar a cargo como en todas las obras de Lima a cargo de Beatriz San Juan, que acierta poniendo a este jurado que delibera durante dos horas sobre si un político es corrupto o no en una plataforma giratoria, para que podamos ver a estos personajes corromperse ellos mismos.
El final es tan desolador y desilusionante como lo es la realidad política actual.


NÚMERO CUATRO:

TIERRA DE FUEGO de Claudio Tolcachir.
Al contrario que me pasa con Andrés Lima, con el director Claudio Tolcachir no suelo conectar casi nunca. Sus obras, incluso las más aclamadas, siempre consiguen dejarme fría o indiferente. 
Por eso no tenía demasiadas esperanzas puestas en esta Tierra de fuego, pero la presencia de Alicia Borrachero a la cabeza del reparto fue el gancho necesario.
Como toda excepción a la regla, la obra consiguió impactarme de tal manera que está en mi número cuatro y no unos puestos más arriba porque este ha sido un año de teatro excepcional y mis tres primeros puestos son OBRAS MAESTRAS, pero sin duda Tierra de fuego es de lo mejor de este 2016.
Como no podía ser de otra manera Borrachero esta inmensa, pero la gran fuerza de esta obra radica en una historia que golpea al espectador, que le lleva a través de su protagonista a plantearse si el perdón es posible.
Si el miedo, la angustia y la desesperación son emociones más poderosas que el perdón,  y si es más importante mantenerse fiel a uno mismo y a sus principios aunque la familia y los seres queridos se opongan a ello.
Nunca necesite tanto que una obra tuviese un final en PAZ, y estaré siempre agradecida a Mario Diament, su autor, por dármelo. La angustia hubiese sido demasiada si no hubiese así.

NÚMERO TRES:

PABELLÓN 6.
Es mi sueño cumplido del año, un sueño que me acompañaba desde hacía tiempo, y por fin este año pude conocer este lugar ubicado en la rivera de Deusto, un lugar en transformación, de búsqueda y de reunión de la gente que amamos el teatro.
Muchas veces, cuando los sueños se cumplen se produce una decepción porque no se ajustan con lo que realmente esperábamos. No fue el caso. De hecho fue mejor.
Ramón Barea ha sabido encontrar y transformar, con mucho trabajo, un lugar abandonado en un teatro, como si fuese una metáfora de ese Bilbao que hace años era una ciudad gris y decadente que gracias a un museo supo renacer en una de las ciudades más interesantes y dinámicas. Las dos son una demostración que de los lugares menos esperados nacen las propuestas más interesantes.
Pabellón 6 es un lugar independiente y acogedor, en el que te sientes siempre bienvenido. Un pabellón que se hace gracias a la gente y con la gente.

NÚMERO DOS:

LES DAMNÉS de Ivo van Hove. (Comédie-Française)
NUNCA.HABIA.VISTO.NADA.IGUAL.EN.TEATRO....NUNCA.
Después de lloriquear durante semanas de que no quedaban localidades para ver la obra de la que todo el mundo hablaba en París, pude conseguir entradas (en el mejor sitio de la Comédie-Française) para ver Les Damnés.
Todavía estoy en shock.
La idea de coger un guion de Visconti y llevarlo a escena rompiendo todo tipo de barreras, es ya desde el principio un riesgo, pero Ivo van Hove no se queda ahí. Decide dejar el texto detrás para crear una de las puestas en escena más impactantes que he visto jamás.
Con una enorme pantalla al fondo del escenario, con dos cámaras que se pasean por el escenario como si fuesen dos ojos que todo lo ven mientras los actores actúan, con varios puntos en los que esta ocurriendo cosas a la vez, no hay palabras para describir el impacto visual de esta obra.
Su texto, a medio camino entre Shakespeare y las grandes tragedias griegas, habla del ascenso nazi al poder de la Alemania de los años 1931 a 1933.
No es ninguna sorpresa, que el que acabe haciéndose con el poder dentro de la familia, sea el personaje más enfermo, pervertido y sádico. El que no planea ni maquina nada, solo el que se mueve por unos impulsos que nunca le refrenaron
Los mejores actores de la Comédie-Française se ponen al servicio de un visionario del teatro como es Ivo van Hove ( al que le seguiré la pista en los próximo años) para hacer sus mejores trabajos.
El talentoso Loïc Corbery o el extraordinario Denis Podalydès están a la cabeza de uno de los mejores repartos vistos en la escena parisina, con la recuperación para las tablas de Guillaume Gallienne que decide aparcar el cine para interpretar un personaje en una obra coral, demostrando que los grandes actores saben entender que es más importante estar en una obra que va a marcar a una película que pasara de largo.
Les Damnés es violenta hasta los extremos, traspasa cualquier limite, interpela al espectador directamente a la cara y propone una experiencia de dos horas diez que zarandea.
No es sutil, no es fácil, no es amable ni educada............NI FALTA QUE LE HACE.
Ha sido un privilegio poder verla.

NÚMERO UNO:


EX AEQUO:
- INCENDIOS de Mario Gas.
- LA CLAUSURA DEL AMOR de Pascal Rambert.

Este año he podido ver dos obras maestras en el teatro. DOS. Me resulta imposible elegir cual de las dos ha sido más importante para mi entre estos dos grandes trabajos. Por eso decido darles el número uno a las dos. Por lo que me ofrecieron cuando pude verlas, por lo que me hicieron pensar, por donde me llevaron y porque enriquecieron mi vida. Dos formas de hacer un teatro diferente, dos formas de pasar a la historia de las tablas.

INCENDIOS de Mario Gas

Hace un mes hice una extensa entrada de esta obra de teatro.
Me reafirmo en todo lo que dije en aquel momento, y ya tengo las entradas para poder volver a verla en febrero en el teatro Arriaga de Bilbao.
Nunca dirigió mejor Mario Gas, nunca una historia fue tan difícil de contar y nunca fue tan necesario ver a Nuria Espert sobre un escenario.

LA CLAUSURA DEL AMOR de Pascal Rambert

Solo dos actores en escena, sobre una alfombra que emula un cuadrilátero. Una primera parte escuchándole a él, una segunda parte escuchándola a ella. Dos personas que están rompiendo una historia de amor. No se necesita más para hacer una OBRA MAESTRA.
Dos actores que sean pareja en la vida real es lo que buscaba el director Pascal Rambert, igual que lo hizo en Francia. Y encontró a dos de los mejores, Barbara Lennie e Israel Elejalde.
Un tour de forcé entre una pareja que lo es en la vida real y que se rompe en el escenario. No se necesita nada más para crear una obra maestra.
Además Lennie y Elejalde desmienten a aquellos que dicen que las parejas no tienen química cuando trabajan juntas, la que existe entre ellos sobre el escenario es eléctrica.
En dos horas tenemos el privilegio de conocer a dos personas, como fue su relación y lo hirientes que pueden ser las palabras dichas como si fuesen balas.
Él culpa a la pareja de una crisis personal, no se da cuenta que en sus palabras lo que se trasluce es su propio vacío no una relación toxica, ella es emocionalmente más madura, pero también sabe hacer daño. Un texto hecho para que el espectador escuche y para que se haga más grande de la mano de dos buenos actores. Aquí encontraron a dos que están extraordinarios.
Una pareja que se rompe para una obra de teatro que recordaré siempre.
Ahora que termino de hacer este post me doy cuenta de que a pesar de que el 2016 ha tenido momentos de todo tipo, buenos y malos, el teatro siempre ha sido una buena luz para mi.
Y como me ha enseñado a través de sus textos el crítico teatral Marcos Ordoñez, prefiero dejar detrás las peores obras, porque de incluso esas he aprendido algo.
El teatro, ese lugar, ese espacio, ese mundo, ese universo.

Feliz año nuevo, feliz 2017. Para despedirme, mi momento más emotivo de la televisión de este año que termina.
Hasta el año que viene.

domingo, 25 de diciembre de 2016

La perla, el bronce y la bisutería del chino de NAVIDAD.


La época navideña es una de mis favoritas del año. Entiendo a las personas a las que nos les gustan estas fiestas, lo mismo me ocurre a mi con el verano.
Como vivo en una ciudad lejos de mi familia, desde nochebuena hasta el día de reyes son los días en los que consigo verles a casi todos en un mismo lugar. En París o en Santander.
Como en el anuncio del turrón del almendro, es la época de los reencuentros.
La primera parte de estos días empiezan en Paris.
Y como son ya muchos años por la capital gala, tengo en estos días un montón de tradiciones.
Desde cenar en casa de mis primos todas las nochebuenas desde hace más de quince años, hasta ver con mi prima Claire en casa de mi abuela toda la saga de Sissi Emperatriz, mis navidades están llenas de recuerdos que se repiten una y otra vez.
Navidades en las veíamos las tres películas protagonizadas por Romy Schneider del tirón, que me parecía la mujer más bella de todo el mundo mundial cuando era una niña.
Aquella historia de amor con Francisco José, aquellos paisajes de Baviera, aquellos vestidos... todo resultaba fascinante a mis ojos de niña.
Pues si...todos tenemos un pasado. Era una niña, una bastante ñoña de hecho. Lo bueno que saque de aquella época es que a parte de saber que la saga de Sissi se pasaba por el arco del triunfo la verdadera Historia de la emperatriz de Austria, fue una verdadera alergia a las historias almibaradas, la verdad es que no me gustan la gran mayoría de las comedias románticas (y ni nombremos a Ghost o Pretty Woman).
Este año estoy un poco disgustada porque la tradición de que la familia que vive en el último piso del edificio que esta frente al de mi abuela encienda luces de navidad de todos los colores y en cantidades innumerables, no se ha cumplido.
Puede que por primera vez en años se hayan marchado fuera.
Como estas navidades estoy en París, lo mejor, lo regular y lo peor de la semana van a tener que ver con la ficción francesa.

LA PERLA DE LA NAVIDAD:
Esta soy yo entrando antes de ayer a ver la obra de teatro Acting en el Bouffes-Parisiens.
Es lo que tiene poder ver sobre las tablas a mi actor favorito de todo el mundo, Niels Arestrup. Que me dan ganas de saltar.
He hecho coincidir ver la obra en la que trabaja Arestrup con la serie que ha protagonizado este año  para Canal + llamada Baron Noir.




La critica a las dos la hare en el próximo post, que me permite así hacer un cara a cara entre el actor y su compañero Kad Merad.
Eso si... un adelanto nada sorprendente. A más veo trabajar a Niels ya sea en cine, televisión y muy especialmente en teatro, más crece mi admiración y mi amor por él.
Para mi está él y luego el resto. ESTE SEÑOR ES LO MÁS.

EL BRONCE DE LA NAVIDAD:
Hace dos domingos ponía en lo peor de la semana la falta de información por parte de Canal + Francia sobre la sexta temporada de la serie Engranges.
Bien, parece ser que mis quejas han sido escuchadas y el 23 de diciembre decidían sacar a través de la página web de plus de series un adelanto.


La alegría del principio va dando paso a la sensación de que nos ha puesto, como a los burros, una zanahoria frente a nosotros para que no veamos lo que pasa alrededor.
Es bueno saber algo nuevo de la serie...pero seguimos teniendo un problema serio, NO LA ESTAIS EMITIENDO! Y ni siquiera tenemos una nueva fecha en la que apoyarnos.
Es desesperante.

LA BISUTERÍA DEL CHINO DE LA NAVIDAD:
Otra tradición familiar del 25 de Diciembre. Ir al cine con mi familia.
Puede que París sea enorme, una ciudad en la que pasa de todo, en la que el movimiento sea continuo, pero el 25 parece que todo se pone en PAUSE.
Todo entra en una cadencia casi de caracol...menos en las salas de cine que están llenas. Con mi familia y conmigo dentro.
Siempre buscamos algo ligero, comedia si es posible. Este año ha tocado Demain tout commence de Hugo Gelin protagonizada por Omar Sy.
No tengo ni espacio ( ni ganas) de valorar la película. He entendido que la película consigue lo que busca cuando al encenderse las luces he visto a la gente con los pañuelos en la mano y los ojos llenos de lágrimas. Y Omar Sy puede que actor, lo que se dice bueno actor, no sea, pero su carisma es innegable.
Lo que no quiero ni puedo dejar pasar es el personaje femenino de la película, el de la madre interpretada por Clemence Poesy.
Estoy hasta las narices de personajes de mujeres mal escritos. Personajes femeninos que solo sirven para dar propósito, consolar o inspirar al personaje principal masculino.
Pere la madre kristin de esta película se lleva el premio gordo, porque de manera muy sutil nos cuelan a una de mujeres más cabronas que he visto en el cine en los últimos meses.
El problema no es que hablemos de una madre abandona a su hija de tres meses con un completo desconocido sin dar ningún tipo de explicación. Como siempre espero lo mejor de los guionistas, pienso que ya me explicaran más adelante que motivaciones ha tenido esta Kristin para hacer lo que hace. 
Pero no, resulta que cuando vuelve a mitad de película cuando y han pasado ocho años en la historia, su única explicación es decir que se agobió y que sabía que iba a ser una mala madre y que lo mejor era dejar al bebe con un señor que esta todo el día de fiesta, mujeriego y con un trabajo nocturno porque sabía que iba a ser un buen padre. 
Decido respirar profundo. Al fin y al cabo no nos han engañado diciendo que la película es ante todo un vehículo de lucimiento para Omar Sy. Así que se trata de que la chica quede como una descerebrada para que el protagonista crezca.
Pero la cosa sigue, en un momento tipo No sin mi hija ( película de Brian Gilbert con Sally Field) la chica decide que a pesar de conocer poco a la niña, de que esta vive en Londres y ella en Nueva York, tiene que ir a juicio para conseguir la custodia compartida. Lo que supondría que la menor viviría temporadas en dos ciudades separadas por un océano...
Cuando el juzgado da la razón al padre ( atención que a partir de aquí hay SPOILERS) ella, que ha perdido el litigio y no le quedan balas en la recamara, decide pedir una prueba de paternidad.
La que obviamente le da la razón ( porque ella sabía que había alguna posibilidad de que el personaje de Omar Sy no fuese el padre, cosa que ha negado con anterioridad en la cinta) y así, pesar de que la niña no quiere, puede llevársela.
Llegados este punto, estoy tan enfadada con la historia que el final me da igual . Estoy tan harta de personajes femeninos incoherentes, con motivaciones del chino, egoístas en sus acciones que pienso en como es posible en que nadie les haya dicho a cualquiera de los tres guionistas ( hombres para puntualizar) que necesitaban trabajar mucho más toda esta parte porque resulta insultante, y en como una actriz como Clémence Poésy debería haberse negado a hacer algo así.
Es fácil distinguir una madre compleja con motivaciones reales y lógicas, de una caricatura que solo pretende dejar bien al protagonista.
Lo dicho, ESTOY HARTA de este tipo de basura.
Hasta aquí la navidad, ahora a por la nochevieja.
Animo para quien odie esta época del año....
Y felices fiestas para quienes les gusten, sois de los míos!