jueves, 2 de julio de 2015

Serie: Allí abajo 1x13 _____________________ Análisis del capítulo. Esto me da a mi para otra temporada más.


Y el final de la primera temporada llegó,  y con ese final, la despedida hasta el otoño de la serie por la que yo no aposte nada al principio y de la que no me he perdido ni uno de los últimos 6 capítulos en directo. Pocas veces me había pasado retomar una serie y hacerlo con tantas ganas, por lo que estoy muy agradecida a la insistencia de mis compañeras de armas para que la viera.

Vaya por delante que siempre serán especiales para mi cualquiera de los trabajos en los que participen Gorka Aguinagalde ( mi actor Vitoriano favorito y una absoluta debilidad), Oscar Terol o cualquiera del equipo de Vaya Semanita.
Llevo muchos años siguiendo a toda esta panda, y me daba mucha rabia que ahora que conseguían por fin tener una serie en prime time, no estuviesen a la altura.
Sigo insistiendo en que los primeros capítulos no eran buenos, que se liaron en un quiero y no puedo, que todo era demasiado exagerando, un humor basado en tópicos sin hablar por encima de ellos.
Lo bueno es que lo recondujeron, llevaron los guiones y la historia hacia otro lado más amable, explorando las diferencias entre norte y sur, y como hacer para integrarse.
 

Y sigo reafirmándome en que el gran descubrimiento de la serie se llama Jon Plazaola. Tuve que bucear mucho para recordar a este chico en algún programa de la ETB 1, pero bendito YouTube, me recordó de que me sonaba Jon. Apenas unos programas en euskera, no daban ninguna pista como sería darle el protagonismo en una serie. Además, estaba junto a María León,  que supuestamente, era la estrella de la historia, así que Plazaola salía con desventaja. Pero creo que es el que mejor ha entendido desde el principio el tono de la serie, dotarle a su personaje de cierta ligereza para no resultar cargante, y en los últimos capítulos, literalmente, echarse la serie a sus espaldas.
Él ha sido la columna vertebral de la historia, y es que sin su trabajo y su carisma la serie podría haberse ido por caminos mucho más pesados.

También creo que la parte vasca funciona algo mejor que la andaluza. Quizás aquí si estoy barriendo para casa, o que Terol que también es guionista, conoce y trabaja mejor todos los chistes del norte que los del sur, pero toda la parte de la cuadrilla ha sido fantástica. Koldo, Antxon y Peio han tenido momentos fantásticos y espero mucho mas de ellos en la segunda temporada.

Maritxu ha sido un personaje de altos y bajos... con muchos bajos. Muy pesada en ocasiones, y tierna en otras pocas. ¿ Se podría reajustar al personaje un poquito?

Gracias.

En este ultimo episodio todo a tenido a sabor a despedida, a final de temporada en el que se busca cerrar tramas sin atornillarlas, porque hay que dejar la miel en los labios para que el año que viene la gente quiera volver a ver a los personajes.
Durante un rato pensé que jugarían a que Iñaki y Carmen no se verían en todo el episodio hasta el final, e incluso que la andaluza no llegaría al tren que llevaba de vuelta al norte al vasco.
Me alegro de haberme equivocado, ese recurso hubiese sido de vodevil.
Mucho mejor ha sido cuando han decidido que se encontrasen a pesar de tanto intento fallido y discutiesen alto y claro. Esa escena, después de que le quitasen el pincho a Iñaki, en el que cada uno recrimina al otro lo que hubiese hecho una vasca o un sevillano en su situación, es por lo que estos dos personajes si funcionan juntos.
¿ Más de esto la siguiente temporada?

Gracias de nuevo.

Y si, al final hay final feliz, los dos protagonistas tiran todas los topi cazos por la borda y acaban juntos. Un final no solo romántico, sino que cierra el tira y afloja que se traían para poder traer en la segunda temporada la relación de estos dos y si podrán realmente vivir juntos a pesar de las diferencias. Es bueno que arriesguen por ese lado, otros trece capítulos de si me gustas, no me gustas hubiese sido repetitivo.

Y como no... ¿ Quién ha sido la mejor del capitulo? Porque en este capitulo la mejor ha sido una mujer. Dolores, la enfermera cotilla. Divertida y muy entregada en todo este episodio 13, suya es la frase que cierra la temporada " Que alegría, esto me da a mí para otra temporada más".
Pues sí,  Allí abajo volverá con una segunda parte. Porque es cierto que la historia da para otra temporada más. Y crecer hacia una serie más grande. Tiene de donde tirar.

Lo que quiero que ocurra en la segunda temporada....

- Iñaki y Carmen con una relación norte y sur, tratando de adaptarse no solo a sus distintas personalidades sino a educaciones y formas de ver la vida distintas.
- Trini y Carmen siendo amigas. Más minutos para Trini, el personaje y la actriz se merece más y mejor trama.
- Más tiempo para Nekane, y mas discusiones de esta con Maritxu.
- La cuadrilla en el sur, o en el bar o donde sea... pero mucho tiempo para la cuadrilla.
- Rafi pasando unos meses en Euskadi para aprender a cocinar, y que se junte con la cuadrilla. Y que quiera formar parte de ella. Y que lleve la idea de cuadrilla a Sevilla.
- Maritxu siendo cortejada por Don Benjumea.
- Reconducir a los personajes de Maritxu y de Rober, hacia lugares más interesantes.
- Y sobre todo y por encima de todo...... Más minutos para este roba escenas:
Iñigo Salinero, o el cuñado de Koldo. Uno de esos actores que cuando aparece en pantalla el resto de actores se echan a temblar. La comedia natura se tiene o no se tiene. El la tiene a raudales.

Pues hasta aquí Allí abajo. Y hasta aquí mis análisis semanales. Eso sí, volveremos en la siguiente temporada.
Agur, marcando bien la R. Como se dice por aquí arriba.



E

domingo, 28 de junio de 2015

Cine: No habrá paz para los malvados ( de Enrique Urbizu) ___________ El thriller más puro.



 
Lo mejor de la película: La historia, el guión, la dirección de Urbizu y el trabajo de Coronado.

El momento de la película: El interrogatorio a Santos por parte de la juez. El personaje de Coronado una vez que sale de ese interrogatorio ya no tiene vuelta atrás.

La frase de la película:  - "Rock and roll"  Santos Trinidad. Nunca una sola frase había definido mejor una película.

En el 2011 se estreno en el festival de cine de Donosti esta película de Enrique Urbizu, y corrió como la pólvora que estábamos ante una de las películas del año. Algo debió de ocurrir en las deliberaciones del jurado porque la película se fue de vacío en los premios. Pero dio igual, la mecha se había encendido y era cuestión de tiempo que el publico pudiese descubrir este milagro hecho cine.

Recuerdo haber visto la película en un cine de Vitoria acompañada por mi padre, y recuerdo como salimos los dos impactados después de verla. Y es que No habrá paz para los malvados es puro cine negro, un thriller absoluto.
Es una de esas películas que va desvelando poco a poco sus cartas, como un buen jugador de póker.
De hecho al comienzo de la película , con esa secuencia extraordinaria en el puticlub, parece quedar claro que el personaje de José Coronado es el malo de la historia.
Pero nada en el cine negro es lo que parece, y como espectadores tardan unos 25 minutos en desvelarnos que este señor es policía.
Uno de gatillo fácil, alcoholizado y de vuelta de la vida. Uno de esos hombres que no tienen nada que perder, porque ya lo han perdido todo.
Y tras esa secuencia, que parecía un mero asesinato a sangre fría por parte del policía se desencadena toda la historia.
Lo que parecía una simple investigación, al principio un ajuste de cuentas entre narcotraficantes, hasta convertirse en una trama yihadista, la historia va a pasar por todos los bajos fondos de Madrid y de paso en la burocracia entre departamentos de seguridad del estado.

He visto la película unas cuatro veces, y cada vez me resulta más evidente el guión tan extraordinario que escribieron entre Urbizu y Gaztambide.
Es una historia fiel a su genero, mucho más sencilla y clara de lo que puede parecer al principio. Es la historia de los últimos días de Santos Trinidad, de la investigación que el mismo emprende en paralelo a la jueza Chacón, y que les llevara inevitablemente a esa casa a las fueras, en ese final que no podría ser otro final.
 
 Es inevitable destacar el trabajo de Jose Coronado en esta película.
Hay veces en la carrera de un actor en el que le llega el personaje de su vida, y esto es lo que le ocurrió al madrileño con Santos Trinidad. Y él lo sabía. Por eso se nota que se dejó la piel al interpretarlo, acabando así con su imagen de seductor madurito, Coronado encarna a este antihéroe con todo lo que tiene, y lo hace de la mano de su director fetiche Enrique Urbizu.
El director vasco y el actor han trabajado juntos en tres ocasiones y parece ser, hasta donde yo se, que habrá una cuarta.
La relación entre ellos ha sacado lo mejor del interprete, que es consciente de como trabajar en estas películas le han subido a otro nivel.
Y es que no es ningún secreto que Enrique Urbizu, es uno de mis directores favoritos y esta No habrá paz para los malvados, su mejor historia.
Enrique es una de esas raras avis que pululan por el cine español, fiel a su marca personal, no es ningún secreto los problemas que ha tenido para seguir haciendo cine. Contemos que tuvo un parón desde 1995 hasta 2002, 7 años en los que no rodo nada.
Pero bienvenidos sean los parones cuando estos te llevan a una filmografía más madura, con historias arriesgadas y con empaque. La caja 507 y La vida mancha, fueron las predecesoras de este thriller, que eleva al director al olimpo de los grandes.

Pocos directores han crecido tanto hasta llegar a tener una sello tan personal como Urbizu. Tanto que se ha convertido en un autor, un artesano con una mirada única. Y eso lo tienen muy pocos.
Preciso en lo que cuenta, parece diseccionar quirúrgicamente cada paso que da Santos Trinidad, y pocos como él que rueden las escenas de acción sin que parezcan fuegos artificiales.

Pasen y vean señoras y señores, NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS, es grande desde el titulo hasta el final. Ese final que era inevitable. Un final justo para un personaje que es un verdadero hijo de puta. Y, encima, no lo oculta.